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Telemedicina para abortar

Las evidencias científicas, la experiencia positiva en otros países, como Colombia o Estados Unidos, y los estudios realizados hasta el momento indican que esta práctica es una opción segura y fiable para las mujeres

Mujeres en la marcha del 8 de marzo en San José, Costa Rica, como protesta contra los feminicidios, y a favor de los derechos igualitarios y del aborto legal, en el Día Internacional de la Mujer de este 2021.
Mujeres en la marcha del 8 de marzo en San José, Costa Rica, como protesta contra los feminicidios, y a favor de los derechos igualitarios y del aborto legal, en el Día Internacional de la Mujer de este 2021.Jeffrey Arguedas (EFE)

En el Día internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, este viernes 28 de mayo, es fundamental reivindicar uno de los servicios de salud que pueden necesitar en algún momento de su vida: la interrupción voluntaria del embarazo. Es uno de los más restringidos en el mundo y el único que se sigue penalizando en prácticamente todos los códigos penales. Ahora, la pandemia ha dificultado aún más el acceso al aborto debido, entre otros factores, a la saturación de los servicios de salud, las cuarentenas, las dificultades de desplazamiento, y las acciones de grupos y gobiernos ultraconservadores.

Sin embargo, algunos países han sabido aprovechar esta difícil situación para asegurar y mejorar el acceso al aborto a través del uso de la telemedicina. Un ejemplo de ello es Reino Unido, que, en marzo de 2020, puso en marcha un servicio farmacológico (aborto con pastillas) en casa a través de la telemedicina hasta las 10 semanas de gestación. Los resultados de esta experiencia han sido muy buenos. Un reciente estudio en el país demostró que el acceso al aborto a través de telemedicina es igual de seguro y efectivo que la atención presencial, incluso sin necesidad de una ecografía previa. Otro análisis reflejó que las mujeres que usaron este sistema están muy satisfechas con la atención recibida y que el 66% de ellas volvería a usarlo aunque ya no hubiera pandemia. Fruto de ello, el país está estudiando actualmente su permanencia tras la crisis sanitaria.

También, organizaciones internacionales muy relevantes como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) se han pronunciado a favor de la telemedicina para acceder al aborto. Y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) acaba de permitir su uso durante la pandemia.

Organizaciones internacionales como la OMS o la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) se han pronunciado a favor de la telemedicina para acceder al aborto

En España, durante el estado de alarma, las clínicas acreeditadas que proveen el servicio de manera presencial permanecieron abiertas como servicio esencial, pero el gobierno no puso en marcha ninguna campaña informativa ni medida extraordinaria para asegurar que las mujeres pudieran conocer y acceder a su derecho al aborto en esta nueva situación, como sí hizo Reino Unido.

Además, en nuestro país persisten una serie de obstáculos que dificultan el acceso al aborto, como la objeción de conciencia generalizada en los hospitales públicos, que provoca desinformación y que más del 90% de los abortos entre 2010 y 2018 se derivaran a clínicas privadas acreditadas.

También la discriminación geográfica, debido a que muchas provincias no realizan abortos y obligan a miles de mujeres al año a viajar a clínicas en otros territorios (más de 20.000 mujeres entre 2015 y 2019). Los obstáculos administrativos para las mujeres migrantes en situación irregular, que desde el año 2012 no tienen acceso al aborto en la sanidad pública en igualdad de condiciones. O la falta de información oficial completa, correcta y en varios idiomas sobre el derecho al aborto, entre otros.

Debido a estas barreras, muchas mujeres en España llevan años contactando con organizaciones como Women on Web, un referente mundial en acceso al aborto farmacológico seguro a través de telemedicina, para solicitar información sobre cómo acceder al aborto. Muchas de ellas son mujeres migrantes que se enfrentan a obstáculos administrativos en la sanidad pública, o mujeres que no pueden desplazarse hasta una clínica o que han sido desinformadas sobre su derecho y no saben si el aborto es legal ni cómo acceder a él.

Para ellas, de entrada, la telemedicina podría ser una opción para contactar con profesionales médicos que les informen correctamente sobre sus opciones. Y, si finalmente es el método que necesitan, podrían facilitarles el acceso al aborto farmacológico en sus hogares. Lamentablemente, esa opción no se ofrece a día de hoy en España y, además, a inicios del año 2020, el Gobierno censuró la web de Women on Web, dejando a muchas mujeres sin acceso a esta fuente fiable y segura de información.

Mejorar la accesibilidad y privacidad

La telemedicina para el aborto puede contribuir a mejorar la accesibilidad y privacidad, reducir los tiempos de espera y evitar que las mujeres tengan que desplazarse innecesariamente. También favorece el acceso a información científica, fiable y segura. Y, por encima de todo, reduce el riesgo de que las mujeres en situación de mayor vulnerabilidad recurran a métodos inseguros cuando no pueden acceder al aborto seguro de manera presencial.

Esta forma de acceso es complementaria y no debe ni puede sustituir la atención presencial, ya que muchas personas no tienen acceso a medios telemáticos, como teléfono, email o Internet. Además, muchas mujeres pueden preferir la atención cara a cara o necesitar un aborto instrumental y deben seguir teniendo derecho a ser atendidas presencialmente. Tampoco es la solución para todas las barreras de acceso, que son muchas y muy diversas en todo el mundo. Sin embargo, sí debería ser vista como una opción y un paso más en el camino hacia el acceso pleno y efectivo al aborto para todas las mujeres, sin discriminación.

En España, de implementarse, sería imprescindible que se complementara con medidas integrales que resuelvan los obstáculos existentes y aseguren también el pleno acceso al aborto presencial, tanto instrumental como farmacológico, especialmente a través de la sanidad pública, que tiene una deuda histórica con las mujeres en relación a este derecho.

Las evidencias científicas, la experiencia positiva en otros países, como Colombia, Ecuador, Reino Unido o Estados Unidos, y los estudios realizados hasta el momento indican que la telemedicina es una opción segura y fiable para acceder al aborto, que podría marcar el camino para eliminar barreras y mejorar el acceso en todo el mundo en los próximos años. España no debería quedarse atrás.

Estefanny Molina es abogada senior en Women’s Link Worldwide y Verónica Fernández es coordinadora de divulgación y asistencia en Women on Web.

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