Las residencias catalanas vuelven a reclamar la integración sanitaria cinco años después de la pandemia

Cinco años después de la aparición del primer caso de covid en Cataluña, la patronal de residencias de Cataluña (ACRA) ha alertado sobre la falta de integración sanitaria en los centros y la carencia de recursos y personal de enfermería para poder hacer frente tanto a nuevas pandemias como al envejecimiento de la población. Es el mensaje lanzado este lunes en rueda de prensa de la presidenta de ACRA, Cinta Pascual, y el director de estrategia de la patronal de residencias, Toni Andreu, que han querido, un lustro después, homenajear tanto a los más de 10.000 fallecidos en los centros como al personal que se enfrentó a la covid.

Pascual ha explicado que le “hubiera gustado” que la ley que permitirá la integración socio-sanitaria ya fuera una realidad y no estuviera todavía pendiente de debate y aprobación en el Parlament. Falta de personal y salarios atractivos Con todo, ha señalado que más allá de la futura legislación, el freno para esa integración de la atención primaria en las residencias tiene que ver con que “no hay personal” de enfermería disponible, especialmente por los “peores salarios” del personal respecto a los sueldos de los centros sanitarios.

ACRA, que agrupa al 70 % de los recursos asistenciales para gente mayor en Cataluña, ha cuantificado en 1.000 millones de euros el dinero necesario para equiparar sueldos y “hacer más atractivo el trabajo” del menguante personal de residencias en un contexto de envejecimiento de la población. “El año 2030 harán faltará 2,5 millones de enfermeras en Europa”, ha apuntado Toni Andreu en la misma línea.

Cinta Pascual ha señalado que la administración catalana está “dando apoyo” a las residencias y que se siente “confiada” en que el Govern de Salvador Illa permitirá “avanzar” en sus peticiones. El Govern pide “cuatro o cinco años” “Los departamentos de Salud y Derechos Sociales están de nuestro lado, aunque nos piden tiempo porque no hay presupuesto. Nos dicen que en cuatro o cinco años se aumentarán los salarios”, ha afirmado.

Sobre las lecciones aprendidas cinco años después, Pascual ha llamado la atención sobre el hecho de que en un primer momento no se consideraran esenciales a las residencias y no fueran prioritarias, por ejemplo, para el reparto de material. A propósito de la autocrítica, Pascual ha destacado que “quizá se fue muy restrictivo con la falta de permisos para que los usuarios de residencias pudieran verse e incluso despedirse de sus familiares”. En Cataluña, durante los diecisiete meses de la pandemia de la covid, hubo 2,6 millones de personas afectadas y alrededor de 28.000 fallecidos (10.229 defunciones estimadas en residencias).