Tampoco todos los pobladores pueden aprovechar el río, pues pocos tienen redes y el pescado no es suficienteEn la imagen, en primer término, NyayuaThang, de 62 años: “Las inundaciones se llevaron todo lo que estábamos cultivando”, dice. Hace días que no come. Se refugia con otros vecinos de su pueblo en la casa que está detrás de ellos, una escuela.