9 fotosMascarillas violetas frente a la covid-19Una madre e hija peruanas se alzan con un premio del PNUD por fabricar mascarillas con un arte ancestral hasta ahora patrimonio de los hombres. Su mensaje es doble por hacerlas y los lemas contra la violencia de género que pintan en ellasEl PaísLima - 16 feb 2021 - 19:22CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlacePor tradición, solo los hombres pintaban las Tablas de Sarhua. Milagros Ramos, de 24 años, es una de las jóvenes herederas de este arte prehispánico y lo lleva a otros formatos, como las mascarillas, para plasmar anhelos como la igualdad de género: pinta protectores violetas frente a la covid-19 para sanar la historia de miles de peruanas ante la violencia machista que no cesa en pandemia. Utilizando esta técnica artística, el año pasado ella y su madre, María Luisa Romaní, ganaron el concurso del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).JASMIN RAMIREZ ROMERO (PNUD)Las Tablas de Sarhua son piezas de madera de eucalipto o molle pintadas con plumas y tierras de colores. En estas, los artistas contaban la vida de su comunidad y se convirtieron en la memoria de Sarhua, incluso de los años más duros del conflicto.JASMIN RAMIREZ ROMERO (PNUD)El concurso del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que ganaron Ramos y su madre fue gracias a un diseño de una mascarilla violeta en la que retrataron a una mujer sarhuina rodeada de la madre naturaleza con el mensaje: “No estás sola”.JASMIN RAMIREZ ROMERO (PNUD)Milagros Ramos es una de las herederas de la técnica artística de Sarhua, una comunidad andina al sur del país muy castigada por el conflicto armado interno (1980-2000). Nacida en Lima, desde muy niña aprendió de su padre a pintar las Tablas de Sarhua.JASMIN RAMIREZ ROMERO (PNUD)Mientras su madre confecciona las mascarillas, Ramos las pinta con temas inspirados en la flora y fauna de los Andes peruanos y con mensajes en contra de la violencia machista y la inestabilidad política en el país. “Al pintar nosotras ahora también tenemos el poder de transmitir algo que queremos: la igualdad de género”, apunta.JASMIN RAMIREZ ROMERO (PNUD)El padre de Milagros, Julián Ramos, de 57 años, es uno de los tantos artesanos sarhuinos que tuvo que migrar a Lima durante el conflicto. En su taller familiar en la capital, él les enseñó a sus tres hijas y a su esposa, Maria Luisa Romaní, este arte milenario.JASMIN RAMIREZ ROMERO (PNUD)Desplazados por el conflicto, los artistas instalaron sus talleres en una zona urbana de Lima que actualmente conforma la Ruta del Arte Sarhuino de Unesco. Allí, pintan las coloridas Tablas de Sarhua, que han sido declaradas Patrimonio Cultural de la Nación.JASMIN RAMIREZ ROMERO (PNUD)María Luisa Romaní de 51 años confecciona las mascarillas en su antigua máquina de coser, para sobrellevar la cuarentena que paralizó las ventas de arte sarhuino. JASMIN RAMIREZ ROMERO (PNUD) En los 107 días de la cuarentena nacional en Perú en el 2020, se registraron más de 60.000 llamadas por violencia hacia las mujeres en la línea telefónica habilitada para ello. En rechazo a esa ola machista, una nueva generación de artistas pinta, con una técnica prehispánica, mascarillas violetas.JASMIN RAMIREZ ROMERO (PNUD)