Cómo los diseñadores españoles se plantean la vuelta a lo esencial
Dentro del London Design Festival, once estudios nacionales han presentado en una exposición virtual trabajos realizados bajo la premisa "volver a lo básico"
En la edición de este año del London Design Festival, el tema global de la acción Virtual Design Destination, una muestra comisariada por Adorno, galería digital que reúne lo mejor de los coleccionables del diseño y la artesanía del mundo, giraba alrededor del concepto "la nueva realidad".
A este universo, que necesita una redefinión, se acercaron 14 colecciones de 14 países, entre ellos España, para “reflexionar sobre experiencias, pensamientos y temas específicos desde el momento del bloqueo en la cuarentena”. En cada una de ellas han trabajado diseñadores locales, en la frontera de la artesanía y el arte, abordando diversas materias: el género, el clima, el aislamiento o la curación… pero siempre desde el prisma del diseño como herramienta para el cambio y como oportunidad pata crear soluciones innovadoras.
El resultado fueron más de 200 piezas exclusivas que pudieron verse en formato virtual, totalmente interactivo, que incluía 3D y entrevistas con los artistas.
Ana Domínguez Siemens, comisaria, periodista y escritora, fue la encargada de comisariar la muestra española, Back to the basics (vuelta a lo básico), expuesta en el Museo Romano de Mérida, y puesta en escena con el apoyo del grupo español Cosentino. “El estado de ánimo de 'volver a lo básico' fue algo que ocurrió de forma natural, fue una sensación de huir de cualquier cosa artificial o 'fantástica', sentí la necesidad de ver más trabajo humano, más realista”, explica.
La cuarente sirvió como marco espacio temporal para un trabajo de reflexión, experimentación y observación. De reenfocar lo que antes nos pasaba desapercibido, lo cotidiano, de reciclar, de repensar…. para Álvaro Catalán de Ocón, Belen Moneo, Ines Sistiaga, Inma Bermudez, Júlia Esqué, Lucas Muñoz, Martí Guixé, MAYICE Studio, Studio La Cube, Studio Todo To Do, y Tornasol Studio.
Enmarcadas por el arte romano de la ciudad y la arquitectura de Moneo, la idea de volver a los básicos se abordó desde diferentes ángulos: el material, la técnica, la forma… aspectos que estaban en la mente de la comisaria cuando elegió a los diseñadores. “Elegí piezas que pudieran mostrar ese tipo de diversidad y diferentes interpretaciones sobre el tema”.
Algunos ejemplos: Studio la Cube se cuestionó la relación de la humanidad con la naturaleza, al domesticar lo crudo y sin pulir a través del modelado. Julia Esque con un espejo de cinco planos curvados en acero inoxidable, reflejando visiones impredecibles del entorno circundante e Inés Sistiaga ha transformado sus garabatos en piezas textiles artesanas para poner en la pared. La demostración de que menos es más.
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