‘En Vano’: cuatro maestros de Primaria adictos al ‘rock & roll’
Sus integrantes coinciden en que dedicarse a la música requiere de una formación continua, pero también de “disfrutarla cada cierto tiempo” subiéndose a un escenario
“I, I will be King. And you, you will be queen. Though nothing will drive them away. We can beat them, just for one day. We can be Heroes, just for one day…” Esta frase corresponde al primer párrafo del tema “Heroes”, grabado por David Bowie entre julio y agosto de 1977 en el Hansa Studio, situado a tan solo 460 metros del Muro de Berlín. Unas instalaciones que en unos meses acogerán la grabación de un tema inédito de la banda de rock En Vano, ganadora del segundo concurso de bandas emergentes Tuenti Rock, organizado junto a Rock FM, con el tema “Vivir para ganar”.
En Vano lo integran cuatros maestros, Javier Burgos (jefe de estudios del Colegio Trilema Safa), cantante y guitarrista rítmico; David Jiménez, guitarrista solista; Germán Bautista, batería (Colegio Martínez Montañés de Moratalaz); y Carlos Tejedor, bajista (profesor del Colegio Trilema El Pilar). Me reúno con ellos en los alrededores de la sala Rockville, donde presentaron su primer disco, “De mal en peor”, algunas semanas antes de que el coronavirus hiciera aparición en nuestras vidas. Ahora las puertas de la sala están cerradas.
Estos profesores imparten asignaturas de Educación Primaria (de 6 a 12 años). Germán, aparte de la asignatura de Inglés, enseña las asignaturas de Natural Science y Social Science. Por su parte, Javier, más conocido como Burgos, es profesor de música y Carlos ejerce de tutor de niños de 6º de Primaria, con un Magisterio en Educación Física e Inglés. David, por su parte, aunque es profesor de música, hace años que no se dedica a la docencia.
Como ocurre de manera habitual con las bandas, el origen de esta banda se remonta a algunos años atrás y a los vínculos de amistad que existían anteriormente entre algunos de sus componentes. Unas relaciones que, comenta Burgos, “están estrechamente ligadas a la música y, en concreto, con nuestra pasión por el rock and roll”. Antes, todos pertenecieron a otras bandas relacionadas con el rock, el punk rock, el heavy-metal, el Funk, e incluso, la fusión. Pero, asegura, Burgos, “lo que nos gusta de verdad es lo que estamos haciendo actualmente”.
El vocalista explica que durante algún tiempo dejaron de hacer música. Anteriormente, junto con Germán, pertenecieron a otro grupo que acabaron abandonando, “pero somos adictos y necesitamos tener esto en nuestras vidas”, añade Burgos, así que apostaron por la creación de una nueva banda. Este profesor de música asegura que “los proyectos en el mundo de la música emergente desgastan mucho. Es mucho tiempo dedicando tus esfuerzos y tus ahorros. Hay que pagar un local en el que poder ensayar. Invertir también en realizar una buena grabación si quieres que el producto final suene bien. Y, sobre todo, “gastar” mucho, mucho tiempo. Por eso, a veces, cuando llevas tiempo apostando por un proyecto y ves que no se sostiene, al final te acabas quemando”.
En esta etapa, la banda está apostando fuerte por hacerse un hueco en un mercado tan complicado como es el musical. “Ahora mismo empiezan a salir cosas. Empezamos a hacer conciertos y estamos adquiriendo cierta visibilidad, pero el proyecto todavía no se autofinancia. Actualmente, lo hacemos a través de merchandising. También hemos actuado en algunas fiestas de Madrid, como las de Aluche o las de la Melonera”, dice Burgos.
En su día a día, la música ocupa un porcentaje de tiempo bastante menor del que les gustaría. Germán manifiesta que “ensayamos un par de días por semana. Los viernes llegamos a las siete de la tarde y terminamos sobre las 12 de la noche. Después, seguimos trabajando en casa individualmente”. Un tiempo de ensayo que se reduce dado los precios que tienen las salas de ensayo.
Las referencias musicales de cada uno de los componentes de En Vano son variadas, diversas y enriquecedoras. En el caso de Burgos, sus padres no tenían una cultura musical muy marcada, pero se sonríe al recordar que él siempre estaba cantando. El batería cuenta que su padre escuchaba música clásica, pero también a grupos como Rolling Stones o Bob Dylan y menciona el día en que le regalaron su primer disco, ¡ni más ni menos que Led Zeppelin!… Carlos es quizás el miembro de En Vano que más familiarizado ha estado con la música en su entorno más cercano a lo largo de su infancia y adolescencia. Recuerda que en su familia siempre había una guitarra clásica que sonaba durante las cenas de Navidad o en las reuniones familiares. Este bajista evoca el gran número de horas dedicadas de manera autodidacta al aprendizaje del instrumento, del visionado de conciertos a través de YouTube o de la lectura incansable de libros con los que poder incorporar nuevos sonidos, melodías o riffs. Por su parte, David, al igual que Burgos, destaca que en su familia no había una especial afición a la música, aunque de manera esporádica solía escuchar en casa el sonido reggae de Bob Marley o el rock andaluz de Triana. “Recuerdo ir cuando era adolescente a un centro comercial y escuchar el heavy metal de la banda alemana Scorpions. Descubrí que esta era la música que me gustaba”. Aprendió a tocar la guitarra en el colegio con la intención de entrar en el conservatorio, pero no pudo ser. “Actualmente, ensayo y aprendo con el bluesman Stevie Zee. Al final, la música es terapia”, concluye David.
Todos coinciden en que dedicarse a la música requiere de una formación continua, pero también de “disfrutarla cada cierto tiempo” subiéndose a un escenario. Lo importante, al final, es tocar porque, como afirma el vocalista de En Vano, “hay muchos músicos magistrales que lo que han hecho es invertir horas y horas tocando. Quizás no tienen un base musical para decirte en la tonalidad en la que están tocando, pero son genios a nivel de ejecución”.
Ninguno de sus miembros piensa qué le deparará el futuro en el terreno musical. Burgos, German, Javi y Carlos quieren disfrutar del presente. “El momento de vivir de la música está por ver. Si surge… ya veremos”, concluyen. Pero, antes de finalizar, a la vez que músicos son “profes” y por ello reivindican “la necesidad de que se elabore una Ley de Educación que haga que nuestro sistema educativo sea competitivo de verdad y que, además, forme personas en todos los ámbitos, incluido también la cultura, el deporte o el arte. Las grandes abandonadas de los programas educativos. Hay maestros haciendo un trabajo fantástico en el ámbito de la música, pero con sólo 45 minutos a la semana… La música es un recurso para trabajar en el aula muchas otras competencias”.
Su trabajo está disponible tanto en Spotify como iTunes. Dos plataformas a través de las cuales se puede escuchar el sonido de esta banda de rock urbano que durante el confinamiento ha grabado “Maldigo al reloj”, uno de los temas que integran su disco “De mal en peor”. Porque, según afirman los integrantes de este grupo: “nada es en vano. Cada gesto, palabra, mensaje o acción, por pequeña que sea, tiene su repercusión”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.