Esto es 2020: la nueva generación de españoles reivindica formas de belleza y estilo que no entienden de categorías estancas
Para este heterogéneo grupo de talentos, el término ‘masculinidad’ no es más que eso, una palabra con la que jugar
Lucas Margarit (20 años, Madrid). Desmiente ser doctor en Filosofía, como este periodista creyó tras, en el metro, googlear su nombre camino a la sesión de fotos. Hubo, pues, que redirigir las preguntas sobre Beckett y desviarlas hacia Marilyn Manson: “Me disfracé de él a los 11 años por carnaval. Desde que tengo memoria entraba al baño y robaba el maquillaje a mi hermana. Siempre me ha interesado la performatividad, el maquillaje, la moda, lo queer...”. Al final, este modelo sí acabó filosofando: “Es bueno que el modelaje se abra a la diversidad. Cuanta más variedad de lienzos tengas, más interesante acabará siendo la pintura”.
Francis Villalba (28 años, Madrid). Debutó en las pasarelas el día en que cumplió 19 años. “Fue en París. La noche anterior había dormido en un portal. Estuve malviviendo, recuerdo atiborrarme con el catering del desfile”. La casualidad quiso que este reportaje también se hiciera en la fecha de su cumpleaños. En medio de las protestas por el homicidio de George Floyd, Villalba cree que la moda ha mejorado en materia de inclusividad, pero no tanto la sociedad: “Sufro discriminación por parte de la policía. En aeropuertos me han llegado a hacer exámenes de castellano, porque no se creen que sea español”.
Omar Ayuso (22 años, Madrid). Ser una de las estrellas de Élite (Netflix) no te salva de nada. Al contrario: “Lo vives sobreexcitado, pero el constante foco sobre ti te descubre unas inseguridades fuertes”, explica. Tanto que el actor tardó semanas en decidirse a ver Juro que, el videoclip de Rosalía en el que tiene un papel protagonista. “Viví una especie de agobio y ansiedad por mis expectativas y mi autoexigencia, pero, con perspectiva, lo he disfrutado”, relata. En esta ocasión se presentó con la calma de quien juega en casa y ya ha sido portada de ICON. “Me gustó la idea de participar en un tema sobre diversidad. Si de repente soy diverso, pues mira”.
Samantha Hudson (21 años, León). La provocadora “travesti de guardia”, como ella se define, es ya parte de nuestra cultura pop contemporánea, misma categoría en la que ubica la exhumación de Franco: “Fue lo más. Ahora bien, que me hubieran dado el cadáver habría sido más divertido. La gente no hace cosas divertidas”. Hudson, que se reivindica como la más cuerda del lugar (“los locos son los demás”), está deseando volver al escenario para “pegar cuatro voces, romper las medias y enseñar la vagina”. Pero, entre tanto, recuerda: “Lo subversivo es tener unos buenos hábitos, quererse y cuidarse”.
Sancho del Val (19 años, Madrid). El joven modelo coincidió en esta sesión con su padrino en el mundo de la moda, Francis Villalba. Y el tema le gustó: “Me anima que no sea lo mismo de moda de siempre, sino que tenga un mensaje detrás”. Un vistazo a su Instagram acredita el compromiso de Del Val con las causas sociales. “Mi opinión no tiene por qué ser ni más ni menos válida”, argumenta, “pero si puedo ayudar a gente a darse cuenta de cosas de las que yo antes no me daba cuenta, pues bien está”. También sirve para ver sus ilustraciones: “Siempre he sido un poco inquieto, hago deporte, dibujo…”.
Dario Maturana (19 años, Madrid) y Miguel Bustamente, ‘Mitch’ (¿? años, Madrid). La dupla de amigos tiene inquietudes artísticas separadas: Maturana quiere ser actor, mientras que Mitch, que prefiere ocultar su edad, se toma muy en serio el punk. Es guitarrista en dos grupos. “Me gusta no ser parte de la sociedad, no identificarme, vestir como quiera porque, total, me van a mirar con cara de asco de todas formas”, cuenta el joven músico. Una idea con la que su compañero conecta: “Tu manera de ser es arte. Eso es lo que me interesa de la interpretación, reconvertirme, expresarme, volverme loco y poder sacar toda la furia que llevo dentro”.
Vova y Valen Volinetts (21 años, Ucrania). Hace un año y medio, estos dos gemelos se dieron cuenta de que su número de seguidores en redes no paraba de crecer. Las marcas empezaban a llamarles. “Nosotros no teníamos esa meta, simplemente era nuestro día a día. Decíamos: ‘Bro, vamos a bajar a hacernos unas fotos’. Solo porque nos gustaba”, rememora Vova. Fueron a por ello y ahora también se abren paso en YouTube. Los gemelos, ya “más españoles que ucranianos” (llegaron con siete años), ven avances positivos en su país natal en materia LGTBIQ+: “Poco a poco, parece que la gente va dejando de tener esos prejuicios en todo el mundo”, opina Valen.
Óscar Kindelan (21 años, Madrid). Es uno de los modelos más importantes de nuestro país, pero no cree que haya cumplido ningún objetivo. Ni siquiera le resulta vocacional: “No sé a qué me gustaría aspirar. A muchas cosas, a ser bueno en lo que quiera hacer… O realmente no aspiro a nada. Supongo que a ser feliz”. Para Kindelan, sus referentes son sus propios compañeros fuera de las pasarelas: “Un amigo mío dice: ‘We shape each other’, yo le esculpo a él y él me esculpe a mí”. Y no cree que la moda represente ningún tipo de vanguardia social: “En ese ámbito están atrasados. Se fijan en la sociedad, no es algo sincero”.
Pato (23 años, Madrid). Antes de acudir a la sesión, este madrileño reflexionó sobre el papel de la profesión de modelo: “En una pasarela, ves personas construidas con diseños de otros. Me gusta ser parte de una obra”. Artista performer, diseñador 3D, modelo y coolhunter, el joven explica que Pato es una figura que ha creado “para mediar entre su yo real y el exterior”. “Pato es un explorador que vive las experiencias y lleva la información a su ser interior”, precisa. Interesado en el transhumanismo, hace dos años presentó Acción-Evolución, una performance sobre la sexualidad en el pasado, presente y futuro de la especie.
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