Atropello en el Día de la Bicicleta
Un conductor arrolla a un ciclista y se da a la fuga en Madrid la jornada que se reivindica la bici en todo el mundo
“Mi nombre es David. Soy ciclista urbano y acabo de ser embestido por un coche que se ha dado a la fuga”. La celebración del Día Internacional de la Bicicleta (el 3 de junio) acabó en Madrid con el atropello a un ciclista y la fuga del conductor. Horas antes del accidente, centenares de pedaleantes y peatones celebraron el Día de la Bicicleta reclamando más espacio para la movilidad activa, carriles bici y más seguridad frente los vehículos a motor. “Pido, imploro y exijo vías ciclistas segregadas en Madrid. Se está jugando con la vida de los ciclistas madrileños metiéndonos en un campo de batalla con coches motos y camiones cuyo cualquier despiste puede suponer la muerte de una persona”, resumía David Sáiz en su cuenta de Twitter (@ridemybikemadrd) tras el accidente.
Mi nombre es David y soy ciclista urbano. He sido atropellado (embestido) por un coche en un CicloCarril30 de la calle Bravo Murillo altura número 307 . Circulaba correctamente por el medio de mi carril subiendo a unos 15km/h (acababa de mirar) (abro hilo) pic.twitter.com/aA25S6FK0l
— ridemybikemadrid (@ridemybikemadrd) June 4, 2020
La imagen de calles tranquilas, gente caminando, pajarillos cantando y ciclistas por doquier que se ha podido ver en la mayoría de ciudades del mundo, se difumina en algunas de ellas ante el retorno de los coches. Mientras los alcaldes de Londres, Barcelona, Berlín, Valencia o París promueven políticas para fomentar la movilidad sostenible, los dirigentes de Madrid por el momento han mirado para otro lado. “Los carriles bici han venido para quedarse”, ha asegurado el delegado municipal de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante. A pesar de esa afirmación, la realidad es que las iniciativas para la nueva movilidad se reducen a un puñado de peatonalizaciones de algunas vías durante los fines de semana. Es decir, medidas más cercanas al ocio que a la movilidad.
Mientras tanto, los coches y las motos vuelven: el Ayuntamiento estima un aumento del vehículo privado de más del 15% aunque algunas estimaciones elevan ese número (en China ha crecido un 30% con respecto a los niveles previos a la crisis sanitaria). Si se cumple esa previsión, la capital verá agravados sus problemas de calidad del aire y de congestión. "[José Luis Martínez] Almeida puede elegir entre ser el alcalde del atasco, la congestión y la contaminación o el que fomentó una movilidad más activa, sostenible y saludable en la ciudad", apuntan desde el colectivo Carril Bici Castellana.
“Se está perdiendo una oportunidad de proponer una mejor manera de moverse por la ciudad”, lamenta Verónica Martínez, de 46 años, y portavoz del colectivo peatonal A pie. Su organización se unió a Pedalibre, Conbici, Moratacleta, Ecologistas en Acción, Madres por el Clima, Greenpeace o Bicilineal, entre muchas otras, que este miércoles cortaron un pequeño tramo del Paseo de la Castellana, entre Cibeles y Colón. Lo hicieron con la finalidad de que pudieran recorrerlo tranquilamente ciclistas y peatones y para evidenciar la falta de acción municipal.
“Aquí se reivindica algo que debería ser de sentido común”, opina Rita Maestre, portavoz de Más Madrid, que acudió a la cita. “En Madrid el 80% del espacio público está ocupado por el coche”, continuaba la concejala, “el 20% restante nos lo repartimos entre peatones y bicis”. “Peatones, bicis, terrazas, motos de alquiler, patinetes…”, matizan desde A Pie. Ese reparto desigual del espacio público -y la pugna por redistribuirlo- no es un problema nuevo, pero ahora se evidencia con mayor intensidad. “Es el momento de realizar un giro estratégico en movilidad” apunta la arquitecta Belén Moneo, que también pedaleó en la marcha: “Hay que implementar en Madrid una red ciclista segura y segregada para que la bicicleta pueda servir de vehículo para todos y no solo para unos pocos. Niños y mayores también tienen derecho a ir en bici sin miedo".
Celia Bermejo, actriz de 62 años, reconoce que hay vías de la ciudad que le inspiran "terror". Es ciclista urbana desde hace años, pero no se atreve a circular por algunas avenidas dominadas por vehículos a motor a alta velocidad. "Durante el confinamiento me he movido por Atocha, Castellana o Alcalá, pero ahora no me atrevo. Busco rutas alternativas o alterno la calzada con la acera. Si hubiese carriles bicis, iría mucho más tranquila", explica. Los casi tres meses de confinamiento han mostrado que otro modelo de ciudad es posible. “Ha habido un florecimiento de ciclistas que ahora puede decaer”, explican desde el colectivo Carril Bici Castellana que también denuncian un aumento de la “agresividad de algunos conductores” tras el recogimiento. "Es una pelea por el espacio público", matizan. Una percepción que comparten con A pie y ratificada en el aumento de los accidentes en la capital el mes pasado: "En mayo de 2020, el Samur ha atendido el doble de accidentes que el mismo mes del año anterior", confirman desde Emergencias Madrid. En concreto, 215 (ninguno mortal) con respecto a los 120 de 2019.
David Sáiz circulaba por un CicloCarril 30 (vías de la capital en la que ciclistas, coches y motos comparten calzada y donde no se puede circular a más de 30 km/hora y que muchos pedaleantes describen como “timocarril”): “Iba correctamente, por el medio del carril [como marca la norma]. Con luces y chubasquero reflectante”. El ciclista denuncia que el conductor que le atropelló y se fugó superaba la velocidad estipulada en ese carril. Posteriormente, la policía municipal identificó al conductor, "con síntomas de embriaguez", en San Sebastián de los Reyes, urbe a 20 kilómetros de la capital. “Pido al Ayuntamiento que haga cumplir la Ley y que no tolere que coches y motos superen los 30 km/hora en esos ciclocarriles”, agrega. Los ciclocarriles aparecieron en Madrid hace más de diez años, pero en ese tiempo el Ayuntamiento no ha puesto casi multas por exceso de velocidad en los mismos. Aunque actualmente el 80% de las calles de Madrid está limitadas a 30 km/h, en 2019 las multas por exceso de velocidad solo representaron el 0,5% del total, según los datos del Ayuntamiento.
“Se está jugando con la vida de los ciclistas madrileños metiéndonos en un campo de batalla con coches motos y camiones”, opina Sáiz recuperándose de las contusiones. Y agrega: “Esta vez no ha pasado nada, pero cualquier despiste de los conductores puede suponer la muerte de una persona”.
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