Cómo solventar una consulta pediátrica en tiempos del coronavirus
Los pediatras recuerdan que, además de la covid-19, hay otras patologías que requieren asistencia. Los centros de salud habilitan extensiones de teléfono y en los hospitales hay un experto de guardia
El coronavirus nos ha dejado una estampa inusual, no solo ha vaciado de niños las calles, los parques y los colegios, sino también las consultas pediátricas. Aunque la población infantil no ha resultado afectada por el virus, prácticamente en su totalidad, durante la edad pediátrica está pendiente el calendario de vacunaciones y pueden surgir otras consultas sanitarias que no tengan que ver con la covid-19. Pero, en estos días de cuarentena, ¿cuándo podemos acudir a la consulta pediátrica? “En todos los centros hospitalarios, se mantiene siempre, al menos, un pediatra de guardia. En cuanto a los pacientes con problemas crónicos de salud que acuden habitualmente a un determinado hospital, lo pueden seguir haciendo con carácter urgente, si lo necesitan”, explica Iván Carabaño, miembro de la Asociación de Pediatría del Hospital 12 de octubre de Madrid.
La dinámica en la atención sanitaria ha cambiado con el coronavirus y las consultas pediátricas no son una excepción, como en el caso de la reducción de los servicios de urgencias infantiles. “Lo que más nos preocupa a los pediatras en los tiempos de la covid-19 es que se nos pase alguna enfermedad importante porque los padres no nos traigan a sus hijos a tiempo. Aunque el coronavirus afecta muy poco a los niños, y cuando genera un cuadro clínico suele ser de carácter leve, por desgracia, siguen padeciendo otras enfermedades que, en ellos, pueden ser muy graves y requieren una solución prioritaria, como arritmias, inicios de diabetes o meningitis bacterianas. Por lo tanto, los padres han de guiarse por el sentido común. Si hay algo en el estado general de su hijo que no les gusta, han de acudir a urgencias, siempre de una manera responsable”, comenta Carabaño.
Consultas pediátricas telefónicas
El teléfono ha pasado a ser la solución en algunos centros de salud para realizar las consultas pediátricas con el fin de evitar, en la medida de lo posible, los riesgos de contagio que conlleva la consulta presencial. Por ello, hay centros de salud que han habilitado una extensión telefónica para hablar directamente con el pediatra, pero si la situación lo requiere, también se atienden consultas presenciales. “En los centros de salud, los pediatras continúan haciendo su espléndida labor asistencial y preventiva, en el marco del Programa del Niño Sano y de la atención primaria de salud. Hay muchos niños con problemas crónicos que necesitan un seguimiento estrecho y en los hospitales seguimos llevándolo a cabo. Es importante que los ciudadanos sepan que seguimos estando ahí, para darles nuestro apoyo y nuestro asesoramiento científico. En estos días, si los padres ven que les llaman desde un teléfono muy largo o a través de una llamada oculta, podemos ser los pediatras, que estamos interesándonos por el estado de salud de su hijo”, aclara el pediatra Iván Carabaño.
Una de las consultas más habituales que los padres plantean a los pediatras en estos días de cuarentena es sobre el calendario de vacunación. “Nos preguntan si hay que demorar o no la vacunación de sus hijos. Cada centro de salud está gestionando la situación de una forma concreta. Como mensaje general, cabe decir que estamos ante una situación de duración incierta, pero probablemente transitoria. No hay inconveniente en que se demore alguna semana la mayor parte de las vacunas que le corresponden a los niños. No obstante, se está manteniendo la temporalidad de las vacunas, en especial por debajo de los 15 meses, porque se trata de la franja de edad en que los niños son especialmente vulnerables a padecer enfermedades infecciosas graves”, Comenta Iván Carabaño.
¿Es peligroso acudir a la consulta del pediatra?
Resulta recomendable acudir con los niños a las consultas pediátricas de los hospitales de manera presencial solo cuando es necesario. De ser así, conviene no agobiarse ante la posibilidad de contagios en el hospital porque “en los centros hospitalarios, se hace todo lo posible por disminuir este riesgo. Existen circuitos limpios para aquellos pacientes que no tienen sospecha de infección por Covid-19 y protocolos tanto de manejo y actuación como de limpieza, que minimizan esa posibilidad. Por tanto, si es necesario acudir al pediatra no hay que dejar de hacerlo por miedo al contagio”, explica Cristina Cordero, pediatra especialista en neuropediatría y directora del programa Neuroymás.
La opción de la pediatría virtual
Fuera del circuito público sanitario se han habilitado otras opciones para realizar las consultas pediátricas durante la cuarentena por Covid-19. “Existen varias plataformas que ya tenían desarrollada esta herramienta y otras tantas que se han sumado a la telemedicina con la pandemia. Hoy por hoy, es una forma segura de obtener la opinión de un pediatra sin tener que salir de casa. Esas mismas herramientas facilitan el acceso a recetas que se pueden hacer online, por lo que el proceso diagnóstico y terapéutico puede realizarse en su totalidad”, comenta Cordero.
La pandemia por coronavirus ha derivado en una situación atípica, las consultas pediátricas están vacías. Ello es debido a que “por un lado, el hecho de que los niños enfermen menos o de una manera menos grave por Covid-19, repercute en que la necesidad de atención sanitaria infantil no esté aumentando significativamente, a diferencia de lo que está ocurriendo con los adultos. Por otro lado, el miedo de las familias a salir de casa y a acercarse a un centro sanitario, está disminuyendo el número de consultas que en otro momento sí se hubieran realizado. Además, el hecho de que los centros educativos hayan cerrado, disminuye la posibilidad de contagio de virus habituales en esta época, por lo que el número de niños que está enfermando es probablemente menor, Añade Cristina Cordero.
El confinamiento al que obliga esta pandemia ha vaciado no solo las consultas pediátricas de niños, sino también calles, parques y colegios. “Creo que los niños están siendo un ejemplo de adaptación y resignación, pero la situación se complica cuando en el domicilio hay un adulto infectado. En estos casos las recomendaciones son mantener alejado al niño de dicho adulto, que debe quedar en aislamiento en una habitación. En caso de tener que salir de la zona de confinamiento, hacerlo con mascarilla y mantener la distancia de seguridad”, concluye la neuropediatra.
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