Cómo afecta el parón del coronavirus a los animales sin dueño
Los procesos de adopción y la alimentación de animales callejeros dependientes de los humanos se han frenado en seco en Madrid
La crisis sanitaria del coronavirus que paraliza la mayor parte de la actividad social tiene una derivada en la situación de los animales abandonados, aunque, al contrario de lo que algunos usuarios de las redes sociales denuncian, al menos en Madrid no se están abandonando más mascotas. Así lo apunta Matilde Cubillo, presidenta de la Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal de la Comunidad de Madrid, que agrupa a 16 organizaciones de protección animal.
Sin embargo, al parón social sí que lo acompaña un frenazo en las adopciones. “Los interesados pueden consultar las páginas web para ver los animales en adopción, pero estas no se pueden formalizar”, apunta Cubillo. La mayoría de los centros de acogida en Madrid cuentan con personal asalariado, señala la presidenta, y se mantienen las labores de alimentación, limpieza y medicación de los ejemplares albergados. El problema viene en la falta de los voluntarios, que en muchos casos se ocupan de sacar a pasear a los animales. Esa labor la están asumiendo en parte, afirma la presidenta de FAPAM, los trabajadores de los centros. “Ahora estamos viviendo las personas lo que es estar encerrados”, ilustra.
Si los animales sin dueño de los albergues, gracias al sobresfuerzo de los trabajadores, no notan apenas el impacto de la pandemia que afecta a los humanos, no ocurre así con los ejemplares callejeros. “Nos estamos encontrando con el desamparo de los animales de la fauna urbana: las colonias de gatos, los patos y pavos reales de algunos parques, y las pequeñas aves que comen de las sobras de las terrazas”, afirma Cubillo.
Justificar que se sale a la calle a darles de comer en pleno estado de alarma no parece fácil. “Hemos creado una red de trabajo con asociaciones para que nos consulten cómo los voluntarios pueden obtener una acreditación de sus ayuntamientos que les permita ir a echarles un puñado de pienso”, indica la presidenta de FAPAM.
Arantxa Sanz, abogada de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid, abunda en este problema. “Los pájaros de las ciudades están pasando hambre. Les estamos aconsejando a las personas que sacan a su perro o a comprar que dejen de paso, en zonas verdes, granos de arroz y de maíz. Estos animales necesitan de nosotros”.
Sanz afirma que se ha reducido el flujo de acogida de animales desde que se implantó el estado de alarma. “Estamos extrañados. Hemos recogido tres perros y de otros dos que aún no sabremos si podremos asumir”, indica, un volumen menor que el habitual.
Esta abogada subraya su “temor” por los animales que viven en segundas residencias o en lugares sin atención diaria. “No hay manera de saber cómo están o de atender a esos animales”, indica, pues suelen vivir en zonas a las que ahora no llegan los amos, por el confinamiento. “Ya en unas circunstancias normales esos animales suelen sufrir más la falta de cuidados”, señala.
Aún hay otras situaciones, derivadas de la crisis sanitaria, a la que las protectoras están alerta. Los animales de las personas ingresadas que no tienen quién los cuide y las mascotas de las personas sin hogar que ahora tienen que permanecer bajo techo y no pueden llevarlos consigo.
La sociedad que representa Sanz se ha encontrado ya con un caso de lo primero. "A través de otra asociación nos pidieron ayuda para una persona ingresada que tenía gatos en su casa". Una llamada a las mesas de bienestar animal de los distritos de Madrid sirvió para localizar a un voluntario que los cuidase. De las personas sin hogar no han tenido casos, pero lo tienen en mente. “Siempre hemos pensado que los albergues de animales deben de tener una zona para la gente que puntualmente no los puede cuidar”, comenta. Confía en que la nueva Dirección General de los Derechos de los Animales, una de las novedades del Ejecutivo de coalición de PSOE y Unidas Podemos, con la que ya están en contacto, ayude a mejorar las condiciones de los fieles compañeros de los humanos.
Lea más temas de blogs y síganos en Flipboard.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.