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Abriendo Trocha
Columna
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Voto latino: desdeñado, pero fundamental

Este sector podría ser decisivo no solo en la definición de la candidatura demócrata sino en la del presidente estadounidense en noviembre

Diego García-Sayan
Simpatizantes de Bernie Sanders este jueves en Phoenix.
Simpatizantes de Bernie Sanders este jueves en Phoenix.AP

En medio de temores por el "coronavirus", se eligieron esta semana en el "Supermartes" a más de un tercio de los delegados para la convención demócrata, “paquete” decisivo en cómo se inclinará finalmente la balanza. Que será, a fin de cuentas, entre Biden (quien ha sacado ya notable ventaja) y Sanders.

¿Cuánto pesa y pesará en esto el “voto latino”? Que sea —o no— un ingrediente fundamental en el proceso electoral y político estadounidense está en relación con dos factores.

Primero, un dato político y demográfico clave: la población latina —de aproximadamente 31 millones— ya es la minoría más numerosa en los EE UU y tiene el 13% del total del electorado. Nada desdeñable. Números, por lo demás, que seguirán en aumento pues es el sector poblacional de más fuerte crecimiento demográfico.

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Pieza importante, pues, para cualquiera que quiera ganar una elección. Y, también, relevante dato de la realidad desde la perspectiva de una población latina que no siempre se ha vertebrado entre sí para ejercer su capacidad negociadora o de reclamo. El dato demográfico, pues, está allí pero no basta para traducirlo en peso político.

Segundo, un potencial político y social aún no ejercido por los propios latinos y que podría dar sorpresas. La composición de la población latina ha evolucionado y se ha hecho más compleja y sofisticada en comparación a las generaciones de inmigrantes que prevalecieron en el siglo XX. Hoy es una población predominantemente joven que busca renovación y que vota en las elecciones. La edad del 40% fluctúa entre los 18 y los 35 años por lo que los temas y proyectos en sus cabezas son distintos de los de generaciones anteriores, prevalecientemente conservadoras.

El mundo latino de hoy en EE UU ha ido construyendo su propia identidad como habitante del país en el que residen y del que ya son nacionales. Un importante estudio reciente hecho por la Alliance for Youth Action ha detectado dos cuestiones fundamentales de relevancia política entre este sector poblacional. 

Uno: pese a su importancia demográfica y electoral, el 64% de los jóvenes latinos afirman no haber sido contactados por Twitter, correo o  mensaje por ningún candidato demócrata. Asunto, pues, pendiente, en el que, si bien Sanders puso mucho énfasis, habría mucho “pan por rebanar” para que, eventualmente, el voto latino pueda ayudar en noviembre a inclinar la balanza a favor de un candidato demócrata.

Dos: a una gran mayoría de los latinos (74%) no le ha llegado la recuperación económica del país. La mayoría de esa juventud latina, además, prioriza —de acuerdo a ese estudio— temas que podrían ser calificados de “progres”: cambio climático, inmigración, salud pública y derechos reproductivos. “Bolsón poblacional que podría inclinarse más al voto demócrata, pero dependiendo, por cierto, de cómo se le planteen las cosas.

Siendo así las cosas, este sector nada desdeñable de la población electoral estadounidense podría ser decisivo no solo en la definición de la candidatura demócrata sino en la del presidente estadounidense en noviembre. Pero eso no será por un fenómeno inercial o automático sino generado por una acción política que los convoque, por un lado, y una capacidad de reflexión, organización —y hasta “programática”— propia.

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