_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Neopuritanismo

La dimisión de Griveaux por la filtración de un vídeo sexual combina la esfera íntima, la tecnología y el chantaje

Benjamin Griveaux, en un acto oficial junto a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
Benjamin Griveaux, en un acto oficial junto a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.Henri Szwarc

La dimisión del candidato a la alcaldía de París Benjamin Griveaux por la filtración de un vídeo de contenido sexual es el último episodio de un creciente fenómeno que combina una de las esferas más íntimas, la sexualidad, con el uso de las nuevas tecnologías y el chantaje. Pero las consecuencias prácticas de los casos más mediáticos —en España el más reciente es el del exentrenador del Málaga Víctor Sánchez, destituido tras la difusión de un vídeo con el que estaba siendo chantajeado— colocan también el foco en una peligrosa introducción de un puritanismo tradicionalmente poco extendido en sociedades como la francesa o la española.

Mientras no sea constitutivo de delito, cada uno es libre de mirar, grabar y enviar lo que quiera a quien estime oportuno. Es cierto que se debería ser consciente de que todos los dispositivos tienen hoy en día una cámara susceptible de ser hackeada, al igual que los contenidos que se envíen. O que una vez enviado voluntariamente el contenido ya no es posible controlar en qué otras pantallas terminará.

La proliferación de la llamada pornovenganza de la que suelen ser víctimas, principalmente, las mujeres —la difusión de imágenes de contenido sexual grabadas consentidamente durante la existencia de una relación, pero difundidas acabada esta para causar daño— es un ejemplo. Por otro lado, la gestión que cada víctima haga de la difusión ilícita de esos contenidos corresponde al ámbito personal, pero influyen múltiples factores y uno muy importante es la respuesta social, que, puede llevar a trágicas consecuencias.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Puritanismo y moral no son lo mismo. El primero invade la esfera pública con afán señalador y solo tiene éxito si encuentra acogida positiva en la sociedad. Pero si esta tiene claro que la esfera privada, dentro de la legalidad, es un ámbito de estricta libertad, no podrá ser empleado como arma para destruir carreras y vidas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_