Memphis: las mujeres que fundaron el movimiento de diseño más irónico y que la historia no podrá borrar
El nombre de su ideólogo, Ettore Sottsass, ha eclipsado al resto de componentes del colectivo postmoderno, pero la directora cultural del Memphis, Barbara Radice, y recientes exposiciones se encargan de reivindicar el papel de sus diseñadoras, que aún siguen en activo
Antes de decantarse por la sobriedad del negro y blanco de su uniforme, Karl Lagerfeld habitó un sueño de color. Su apartamento de Mónaco era una suerte de escenario de cómic completamente decorado por las creaciones y prototipos del grupo de diseño posmoderno italiano Memphis. "Lo que me seduce de los objetos de Memphis, es su humor", dijo el couturier cuando vendió toda su colección en una subasta en Sotheby's en 1991. Ese ánimo contagioso conquistó al mundo desde que este grupo de diseñadores, arquitectos y artistas celebraron su primera exposición en septiembre de 1981 en Milán y pusieron patas arriba la solemnidad vanguardista dominante en la época.
Ellos eran conscientes de lo revolucionario de su mensaje. "Nos hemos convertido en exploradores. Tal vez podamos navegar por ríos amplios y peligrosos y adentrarnos en selvas por donde nadie ha pisado nunca", aventuraba su principal ideólogo, el italiano Ettore Sottsass. Y en cierto modo sí llegaron a lugares inexplorados al dinamitar los códigos del Movimiento moderno y del racionalismo, como una reacción vitalista e instintiva para hacer frente al aburguesamiento del diseño y su obsesión por la corrección.
Sottsass se convirtió en el director de orquesta de este grupo de artistas internacionales, pero su nombre eclipsó en parte al resto de integrantes: Hans Hollein, Arata Isozaki, Andrea Branzi, Michele de Lucchi o el valenciano Javier Mariscal. Y también, como ya sucedió en la Bauhaus, a las mujeres del grupo: Martine Bedin, Natalie du Pasquier, Barbara Radice o María Sánchez, a quienes ha recordado una reciente exposición en el Museo de Artes Decorativas y del Diseño (MADD) de Burdeos, Memphis - Plastic Field.
Martine Bedin: la lámpara fundacional
De la imaginación de una de ellas, Martine Bedin (Burdeos, 1957), fundadora del grupo vanguardista fichada por Sottsass cuando aún era una estudiante, nació la Super Lamp, posiblemente una de las luminarias más famosas del colectivo y uno de sus best-sellers. Junto con otras piezas, integró la primera exposición del colectivo y sentó las bases del sello Memphis: formas rotundas, simplicidad geométrica y colores fuertes. Se presentó como "un pequeño perro que puedes llevar contigo". De hecho, esta pieza lúdica y práctica se compone de una semicircunferencia con pequeñas ruedas, que la hacen portátil, y unas bombillas a la vista en la parte superior, a modo de puercoespín. Hoy sigue produciéndose y comercializándose a través de la galería Memphis Milano.
Bedin se formó en arquitectura en París y continuó sus estudios con una beca en Florencia en 1978. Allí conoció a los miembros del movimiento de arquitectura radical, interesados en deconstruir la arquitectura clásica para dotarla de nuevas formas, lo que inspiraría su visión particular del diseño. Luego, sucedió aquello de estar en el lugar indicado en el momento preciso. Adolfo Natalini, miembro del estudio "radical" Superstudio, la invitó a asistir a una exposición en la que conoció a Michele De Lucchi y Ettore Sottsass.
El año 1981 supuso el lanzamiento de Memphis; después, vendría la notoriedad internacional y, en pocos años, el desgaste. No por falta de creatividad, sino por las implicaciones del negocio: el tiempo dedicado a las cuentas, la producción o las visitas a showrooms en detrimento del diseño. El comienzo, no obstante, fue brillante. El planteamiento de sus diseños –"el sentimiento de libertad que había en sus objetos", como apunta la directora del MADD, Constantine Rubini– dejó clara la posibilidad de una estrategia para adquirir relevancia internacional. Y explica Rubini: "Ernesto Gismondi, presidente de Artemide, distribuyó la colección por todo el mundo lo que dio al grupo una exposición esencial".
Con todo, Sottsass abandonó Memphis en 1985 y, poco después, Bedin regresó a París. Antes de eso, tuvo tiempo de crear, entre otras piezas, la estantería Lodge (1982), la lámpara de pie Holiday (1983) o la Western (1982). Algunas de sus piezas pueden verse en museos, como el prototipo de la Super Lamp, en la colección permanente del Victoria & Albert. Hoy, Bedin continúa con su labor como diseñadora en Francia, y sus piezas mantienen la geometría y la experimentación formal de las que hizo bandera en Memphis, valiéndose del mármol, la madera, el metal y la cerámica.
Nathalie du Pasquier: fiebre textil
Mientras Bedin trabajó sobre todo el diseño de lámparas, según anota el Victoria & Albert Museum, Nathalie du Pasquier (Burdeos, 1957) puso el foco en los textiles y tapices (o alfombras). El juego de color que plasmó sobre sus tejidos marcó la paleta de la época, incluso una década después. Du Pasquier fue también fundadora del colectivo y casualmente, como Bedin, nació en Burdeos. Una vez disuelto el grupo en 1987, ella se quedó en Milán y centró su carrera en la pintura.
En los últimos años, sus estampados han vuelto a estar presentes en colaboraciones para Hay (como esta toalla, o estos cojines), o para la firma de ropa American Apparel. Además, hace cinco años reapareció en la semana del diseño de Milán con una línea de textiles y, en las últimas temporadas, ha colaborado con Hermès para crear suntuosas y coloristas mantas.
A principios de los ochenta, Memphis se sintió como el principio de una era. "La forma ya no tenía que seguir a la función, el diseño iba sobre la comunicación. Aunque muy pocas de las piezas estaban realmente en producción [cuando hicieron su primera muestra], supuso un gran evento a nivel mediático", contaba Du Pasquier a la publicación de diseño Dezeen en 2014.
Ella contribuyó a la imaginería del grupo con un buen número de piezas, como las alfombras Arizona (1983), Birds (1987) o California (1983), el tocador Emerald (1985), la mesa Madra (1986) o la silla Nathalie (1987), además de una vasta declinación de textiles. Memphis se convirtió en una filosofía y una forma de trabajo que sigue inspirando a muchos diseñadores hoy.
Barbara Radice: teoría y memoria
Más allá de las piezas que han sobrevivido en el imaginario colectivo, como la propia Super Lamp o la librería Carlton firmada por Ettore Sottsass, el Memphis fue un grupo muy prolífico (como se puede ver en la galería de imágenes al final del artículo). Entre otras cosas, crearon una treintena de jarrones en cristal de Murano en un ejercicio de estilo sorprendente, que pudieron verse en Plastic Field junto a un total de 160 obras icónicas creadas entre 1981 y 1988, y que plasman el espíritu irreverente y subversivo de aquellos jóvenes diseñadores. Como sentenció un artículo de Paris Match en 1983: "Después de Memphis, nada ha sido igual en la historia de la decoración de interiores".
En ese sentido, a la celebridad posterior del movimiento también ha contribuido el trabajo que han realizado los críticos, comisarios, escritores y cronistas que han dejado constancia, en libros y exposiciones, de un movimiento cuyos principios teóricos eran tan atractivos y rompedores como los estampados multicolores de sus objetos. De ahí deriva la importacia del trabajo de Barbara Radice (Como, Italia, 1943), fundadora y directora cultural del grupo, autora de entre otros, Memphis. Research, Experiences, Results, Failures, and Successes of New Design y Memphis. The New International Style. Sus libros no solo difundieron el nuevo estilo, sino que también demostraron que tenía base intelectual y que no era un simple divertimento extravagante. En un mundo tan cambiante como el del mobiliario y el diseño de producto, los libros son imprescindibles porque dejan constancia de los objetos cuando esos mismos objetos han desaparecido.
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