Luiza Trajano, poderosa empresaria de Latinoamérica y activista por la igualdad
Transformó el negocio familiar en un imperio. La CEO del imperio minorista Magazine Luiza compagina el trabajo con programas para impulsar mujeres en el mercado laboral
Todo comenzó a los 12 años, cuando Luiza Helena Trajano empezó a trabajar tras el mostrador de la tienda de su tía (dueña de una pequeña cadena de tiendas en el estado de Sao Paulo— durante las vacaciones del colegio. A los 18, se empleó a tiempo completo en la empresa, llamada Magazine Luiza, y a los 40 llegó a la presidencia, tras seguir la trayectoria típica del empresario heredero, pasando por todos los sectores de la compañía. Hoy, a los 68 años, Trajano es una multimillonaria —se estrenó el año pasado en la lista Forbes—, una de las CEO más influyentes en Latinoamérica y una activista por la igualdad de género.
Ella transformó el negocio familiar en un imperio. Magazine Luiza nació en la ciudad de Franca y la fundaron en 1957 su tía, también llamada Luiza, y su marido, Pelegrino José Donato. En los setenta, la marca ya tenía su primer gran centro comercial, con más de 5.000 metros cuadrados y una década después cruzó las fronteras de São Paulo y se extendió al vecino Estado de Minas Gerais. Pero el gran salto de la empresa ocurrió en los noventa, cuando Trajano asumió la dirección del grupo y cambió el modelo de gestión. En 1992, ella abrió una cadena de pequeñas tiendas sin productos, donde los clientes se sentaban frente a un ordenador, compraban los productos por un catálogo digital y los recibían en casa. Cuando apenas había internet en Brasil, la empresaria creó el primer sistema de e-commerce del mundo.
Innovación es su palabra clave. “Hay dos cosas que son comunes a las empresas exitosas: un servicio al cliente de primer nivel e innovación. Hay que estar al tanto de las novedades en el mercado para no quedarse atrás”, suele decir Trajano, que es madre de tres hijos y abuela de cinco nietos. Su equipo (y ella misma) la definen como una líder muy presente, pero que también sabe descentralizar las demandas.
Trajano ha ganado incontables premios de ventas al por menor en Brasil y ha ido transformándose en una portavoz del sector minorista, pero no abandona viejas costumbres. Visita con frecuencia las tiendas para charlar con clientes y empleados, y, así, no dejar de lado el “factor humano” del negocio. La empresaria es bastante activa en Twitter (su cuenta @luizatrajano tiene más de 32.000 seguidores) y en Instagram (194.000 seguidores), donde, además de contar su día a día, responde a las quejas de los clientes. En la página de la empresa también ofrece su dirección de correo electrónico.
Es una de las mujeres más poderosas e influyentes del país, e incluso se llegó a considerar que fuera ministra del Gobierno de Rousseff en la primera legislatura. En 2015, aceptó el cargo que Rousseff le ofreció como presidenta del Consejo Público Olímpico (CPO), responsable de aprobar los presupuestos y las obras para los Juegos Olímpicos de Río.
Feminismo
Trajano compagina el trabajo con charlas motivacionales y proyectos para impulsar a las mujeres en el mercado laboral. “Si esperamos por la meritocracia, las mujeres tardarán más de un siglo en ocupar los puestos directivos de las empresas”. Fue esa idea de que era necesario aumentar la participación femenina en todos los sectores lo que la llevó a crear, en 2013, el Grupo de Mujeres de Brasil, con el objetivo de reducir la brecha de género en puestos públicos y privados, y lanzar soluciones a temas como violencia doméstica, racismo, salud pública y educación a través de comités, grupos de estudio y diálogo con parlamentarios. El proyecto empezó con 40 mujeres. Hoy son más de 24 mil.
“Las mujeres necesitan unirse, animarse mutuamente y vibrar unas con otras. Esta creencia de que no nos llevamos bien no es cierta y nos ha limitado mucho. Dejemos a un lado la competitividad, porque el éxito de una mujer muy probablemente significará un gran avance para todas las mujeres. Así que recordemos: ¡sororidad siempre!”, dijo Trajano en una de sus charlas en Brasil.
En 2018, Trajano estuvo por trás de una iniciativa de Magazine Luiza, que creó un canal de comunicación interna para que las empleadas denuncien casos de agresión. Una vez hecha la denuncia, la empresa investiga lo sucedido y ofrece todo el apoyo a la víctima. En el mismo año, la marca creó una campaña nacional contra la violencia doméstica en Brasil, poniendo a la venta una cuchara por el valor simbólico de 1,80 reales (aproximadamente 39 céntimos de euro), refiriéndose a un dicho brasileño: “en pelea de marido y mujer, nadie debe meter su cuchara”. Todo el beneficio de las ventas se destinó a ONGs que atienden a mujeres víctimas de malos tratos.
¿Es Trajano una feminista? “Depende de lo que consideras feminismo. Si se trata de defender la igualdad de derechos para todos, realmente soy feminista, porque eso es lo que quiero”, contesta.
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