‘Magdalene’, de FKA Twigs: un disco para escuchar a todo volumen mientras nadie mira
Un trabajo lleno de soniditos enigmáticos y de arreglos vocales celestiales con letras y melodías que son para enmarcarlas
Magdalene, de FKA Twigs
(Young Turks)
¡Cuánto tiempo sin oír hablar de esta chica! Y tanto. Después de pasarme parte de 2014 y todo 2015 escuchando en bucle LP1, llevaba esperando este disco como el advenimiento del mesías. Y la espera ha sido larga. ¿Ha valido la pena? Totalmente. Su estilo sigue siendo ecléctico y a veces suena a Sarah Brightman, a veces a Björk y a veces a Tori Amos, pero esta vez ha hecho un disco en sordina, lleno de soniditos enigmáticos y de arreglos vocales celestiales que hay que escuchar con auriculares, a todo volumen y mientras nadie mira. El éxtasis es lo que tiene. Pero a mí me gustan los discos con canciones. Nadie dice que aquí no las haya. Magdalene, sin ir más lejos, tiene una letra, una melodía y un sonido que son para enmarcarlos.
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