La feliz nueva vida de Mariano Rajoy rota por la trágica muerte de su hermana
Después de una semana triunfal en la que volvió a los medios para presentar su nuevo libro, el expresidente del Gobierno ha asistido en Pontevedra al entierro de su hermana, Mercedes, de 62 años.
El 1 de junio de 2018 una moción de censura marcó el final de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de España y, en contra de lo que sucede habitualmente en política, el que había dirigido el país durante siete años sorprendió dando un paso atrás hacia una vida radicalmente distinta de la que había llevado hasta entonces. "Me he retirado de la política y vuelvo donde estaba. La vida continúa", dijo 19 días después de su última comparecencia como presidente en el Congreso de los Diputados coincidiendo con su reincorporación a su plaza de registrador de la propiedad en Santa Pola, una localidad de Alicante de 35.000 habitantes. Antes también había realizado otro gesto insólito: renunciar al suelto vitalicio que le correspondía como expresidente, unos 80.000 euros anuales.
Casi un año y medio después de ese momento, Mariano Rajoy, 64 años, volvió a copar los medios de comunicación. Ocurrió la semana pasada, cuando presentó su libro Una España mejor, su crónica personal de los años en los que estuvo al frente del Ejecutivo. La curiosidad por saber de él después de un tiempo de silencio mediático, la compensó con el talante relajado y sonriente que derrochó en los actos de promoción de su obra, programas de televisión incluidos. Eventos en los que incluso hizo gala de la socarronería que pregonaban tenía todos los que le conocían de cerca en sus tiempos de presidente, pero que no consiguió dejar traslucir nunca en sus intervenciones públicas.
En apenas cuatro días Mariano Rajoy y su familia, su mujer Viri y sus hijos Mariano y Juan, realizaron una mudanza exprés, abandonaron La Moncloa y volvieron a su casa de Aravaca, que había permanecido vacía mientras ocupó el cargo de presidente. En su libro relata así aquellos momentos: "Esa noche, los Rajoy Fernández, Viri, Mariano, Juan y yo, muy cansados, volvimos a dormir en nuestra casa de Aravaca. A la mañana siguiente, mi hijo mayor, Mariano, emprendió con toda normalidad el viaje de estudios que tenía previsto aquel verano. Juan parecía más afectado por el cambio: estaba muy preocupado pensando que no iba a poder celebrar su cumpleaños. Sus dudas fueron disipadas de inmediato y, unos días después lo celebró en nuestra casa con todos sus amigos".
Pasaron de un palacio a un piso dúplex de 280 metros cuadrados con un pequeño jardín enclavado en una urbanización con zonas comunes que incluyen dos piscinas y una cancha de tenis, una vivienda que la pareja adquirió en 1998. Renunciar a su sueldo de presidente tampoco fue un gran sacrificio –a pesar de que demuestra un tipo de talante– porque regresar a su profesión original resulta mucho más rentable, incluso considerando que en La Moncloa no tenía que ocuparse de ningún tipo de gasto. El sueldo de un registrador de la propiedad varía mucho en función de los beneficios que genere el registro al que uno está designado pero fuentes que conocen esta profesión señalan que es razonable que puede estar dentro de una horquilla de entre 3.000 y 15.000 euros mensuales netos. Una cifra que suele acercarse a los máximos cuando la plaza que se ocupa se encuentra en una gran ciudad. Y este es el caso de Rajoy, ya que el expresidente consiguió una plaza vacante en el registro mercantil número cinco de Madrid, situado en el Paseo de la Castellana, concurriendo al concurso ordinario de traslados de Registros de la Propiedad, Mercantiles e Inmuebles.
Todo transcurría felizmente en su nueva vida. Menos sobresaltos, más normalidad, más tiempo para ver los partidos de fútbol que tanto le gustan... En sus apariciones televisivas contó que su nuevo trabajo le permitía "irse de puente, antes no hubiera podido"; bromeó al mismo tiempo que lanzó dardos contra el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y demostró más cintura que nunca mientras hablaba de su libro. Incluso rindió homenaje a Elvira Fernández, su discreta esposa, de quien alabó su "apoyo y generosidad" y de quien afirmó que ahora "vive mucho mejor, sin tantas obligaciones".
Pero toda esa calma y aparente felicidad se trastocó el pasado domingo cuando se supo que la única hermana de Mariano Rajoy, Mercedes, registradora de la propiedad como él, había fallecido inesperadamente a los 62 años de edad en su domicilio, situado al lado de donde reside actualmente el expresidente. En otro de sus libros, En confianza, Rajoy afirmaba estar muy unido a sus hermanos, pero su vinculación con Mercedes era especial. Por su cercanía física y también por la estrecha relación que le une a su cuñado, Francisco José Millán Mon, diplomático y eurodiputado del PP y amigo de Rajoy desde que hicieron juntos la mili.
Mariano Rajoy tiene otros dos hermanos, Enrique el pequeño de la familia, que también es registrador de la propiedad como los mayores, y Luis que falleció en marzo de 2014 y era notario, un puesto que desempeñó en El Escorial, localidad situada a unos 50 kilómetros de Madrid. Un cuarteto que ha permanecido unido en los malos y buenos momentos de la vida política del mayor de ellos. Mercedes, Luis y Enrique apoyaron a Mariano cuando perdió frente a Rodríguez Zapatero en las elecciones de 2008 y también vivieron su triunfo en 2011, cuando ganó por mayoría absoluta y antes de salir al balcón de la sede del PP en la calle Génova el recién electo presidente preguntó por ellos: "¿Dónde están mis hermanos?".
Con ellos ha compartido vacaciones en Sansenxo y también sus aficiones: la vela, el fútbol, sus paseos por el campo. La vida sigue para Mariano Rajoy, pero la sonrisa de esa semana triunfal en la que se paseó de nuevo por los platós de televisión ha quedado desdibujada por una nueva tragedia familiar.
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