El imitador del humorista Eugenio le gana otra batalla a su hijo

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"¿Saben aquel que diu...?". Con esta frase, su inseparable cigarrillo, las gafas ahumadas que le protegían del mundo y con la cadencia de voz que anunciaba cualquier cosa menos que la concurrencia terminaría riendo a carcajadas comenzaba Eugenio Jofra, Eugenio, las actuaciones que le convirtieron en una estrella del humor en los años ochenta. Alcanzar la categoría de mito conlleva que te admiren muchos. También que otros se suban a la estela de ese estilo propio y se conviertan en imitadores oficiales del personaje. 

Eugenio falleció en 2001 a los 59 años, después de conocer la fama y el éxito pero también la honda tristeza en la que le sumió la muerte de su primera mujer, Conchita Alcaide, en 1980 a causa de un cáncer, los días de alcohol y cocaína y la sensación de tener que volver a los escenarios y a la televisión para pagar las facturas cuando gran parte de su chispa se había quedado por el camino. Un ataque al corazón acabó con todo aquello y su hijo, Gerard Jofra, dijo que su padre "había muerto de pena". "Él vivió un drama durante toda su vida que intentó enmascarar haciendo reír a los demás", afirmó. 

En 2009, Gerard Jofra y el imitador Toni Climent vieron negocio en el humor del padre y crearon juntos el personaje Reugenio. Con él, el auténtico Eugenio volvió a la vida, una idea rentable que consiguió llenar teatros y convertirse en marca de éxito. Pero como ocurre en muchas uniones mercantiles los socios terminaron por enfrentarse. Jofra y Climent disolvieron su contrato y comenzó un enfrentamiento en los tribunales con dos versiones distintas y dos aspiraciones dispares. 

El actor y humorista Toni Climent reclamaba poder seguir trabajando con su mejor creación, que era precisamente la de su colega de profesión, Eugenio, aunque fuera utilizando otra marca. El hijo, Gerard Jofra, se negaba porque creía que la imitación que se había conseguido de su padre tenía mucho que ver con su labor como director, productor y guionista, y la marca Reugenio continuó su camino con otro actor interpretando al cómico. A principios de 2019, Climent acudió a los tribunales para reclamar a Gerard Jofra 60.000 euros en concepto de competencia desleal. 

El pasado mes de mayo el juzgado de lo Mercantil número 7 de Barcelona denegó el pago de cantidad alguna pero la sentencia dejaba abierta a Climent la posibilidad de continuar representando su imitación, que era compatible con la obra que continuaba explotando el hijo del humorista. Jofra recurrió la sentencia ante la Audiencia Provincial de Barcelona y el pasado 5 de noviembre llegó la sentencia de la sección 10 de lo Penal de esta instancia, según informa La Vanguardia. Climent podrá trabajar con el que considera su mejor creación, Eugenio, pero no podrá utilizar la marca Reugenio sino Meugenio. Un triunfo a medias que todavía no es firme porque el hijo del humorista barcelonés puede recurrir la decisión del Tribunal Supremo siempre que se cumplan los supuestos de recurso de casación legalmente tasados. 

Un triunfo que todavía espera una resolución definitiva pero que deja un regusto amargo incluso para el que ha ganado hasta el momento, porque Tony Climent teme que después de tantos años la gente se haya olvidado de su trabajo. En cualquier caso el actor lo vuelve a intentar y lanza para las próximas Navidades el espectáculo Meugenio fum, fum, fum y una cuenta de Instagram @Meugeniocontigo a través de la que cualquier persona le puede mandar un chiste y él interpretarlo como al estilo de Eugenio.