24 de octubre, Día de las Naciones Unidas
Concluida la Primera Guerra Mundial y horrorizados por la desolación del vasto conflicto, en 1919 se creó la Sociedad de Naciones para evitar futuras contiendas mediante el fomento de las relaciones internacionales. Este objetivo fracasó y se produjo una segunda confrontación aún más devastadora. Y de tan colosal revés, en 1945 surgió la ONU. Este organismo, y a pesar de sus imperfecciones, ha demostrado su idoneidad para mediar entre Estados y afrontar grandes retos. Sus carencias —lenta y excesiva burocracia, Consejo de Seguridad parcial, escasa financiación, desobediencia y descoordinación entre órganos— son superables con voluntad. Sin duda, esta organización internacional requiere despolitizarse, mayor agilidad y más poder. Pero, si deseamos ver el futuro de la humanidad con cierto optimismo, su validez es indiscutible.
Miguel Fernández-Palacios Gordon. Madrid
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