_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La justicia y las ‘fake news’

No hubo república en Cataluña, ni como objetivo ni como realidad; fue un trampantojo al que los dirigentes prendieron fuego creyendo que las llamas no iban a alcanzarles

Pepa Bueno
Reacciones en la calle tras saberse el resultado de la sentencia del juicio a los líderes independentistas presos.
Reacciones en la calle tras saberse el resultado de la sentencia del juicio a los líderes independentistas presos.EL PAÍS

Quedan pocos reductos en la vida pública de las democracias modernas ajenos a la emocionalidad, las exageraciones, las mentiras, las burbujas ideológicas y los relatos imaginarios sobre la vida real. La política ha hecho dejación de funciones, primero en brazos del universo financiero, después en brazos de la comunicación y muchos en brazos de ensoñaciones identitarias a modo de bálsamo de Fierabrás curatodo. Los medios informativos, vapuleados por todas las crisis, sujetos y víctimas de la polarización, son solo admitidos como independientes por los nichos de certezas confortables en los que se ha fragmentado la sociedad, cuando su descripción factual se ajusta milimétricamente a los intereses de esos nichos. La ventaja con los medios es que nada te obliga a seguir a aquellos que no te gustan y te puedes quedar cómodamente instalado entre los ecos de la gente que piensa exactamente como tú.

Más información
EDITORIAL | Cataluña ante sí misma
La sentencia como oportunidad

Pero la justicia no es optativa. Opera sobre la vida y la libertad, y nadie que entra en su carril puede sustraerse a sus decisiones. Y la justicia —con todas sus imperfecciones, limitaciones y fallos— no es nada sin los hechos; cuando emite un veredicto serio revienta las narrativas imaginarias. No hubo república en Cataluña, ni como objetivo ni como realidad; fue un trampantojo al que los dirigentes prendieron fuego creyendo que las llamas no iban a alcanzarles. No hubo rebelión en los hechos del otoño separatista porque careció de la violencia sistemática y organizada que, según la legislación española, es necesaria para ser llamada tal. Dos burbujas que han envenenado y envenenan nuestra vida se han pinchado con la sentencia del procés. Y unos con la presión de la calle y otros intentando forzar la política penitenciaria pretenden remediar el chasco. Su chasco. Que la digestión les sea leve a los independentistas catalanes y a la derecha nacionalista española. Pero también a la izquierda que considera inocuo jugar con las reglas compartidas en un momento en el que solo esas reglas protegen a los vulnerables.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La sentencia no arregla nada del conflicto catalán. Ni era su misión. Tampoco arregla nada tener a los políticos en la cárcel ni un segundo más del estrictamente reglamentario. Y que nadie espere en campaña electoral propuestas serias y sinceras sobre el problema de fondo. Pero el día 11 de noviembre el dinosaurio seguirá ahí.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_