Querida ‘influencer’, esto no es un cosmético, es un antibiótico
Personas sin conocimientos médicos con miles de seguidores en las redes sociales hacen peligrosas recomendaciones sobre el uso de fármacos
El truco de la influencer María Pombo (1,2 millones de seguidores en Instagram y 250.000 en YouTube) para combatir el acné cuesta solo “dos euros y pico”: Eridosis. “Es para cuando tienes un grano como el que tenía yo”, afirma mientras se señala la frente en un vídeo que supera las 270.000 visualizaciones. Y no solo es barato: su eficacia parece inigualable. “Probé mil millones de cosas y cuando probé esto, al día siguiente el grano estaba seco”, añade.
Su consejo ha aparecido publicado incluso en revistas de belleza. Sin embargo, el producto, que la youtuber incluye entre sus “imprescindibles” para el cuidado diario del cutis, no es un cosmético ni una toallita limpiadora, sino un medicamento que contiene un antibiótico, eritromicina, que se emplea para el tratamiento del acné vulgar y que requiere prescripción médica. Pombo asegura en su grabación que pudo comprar Eridosis en una farmacia sin receta.
<<Si os tenéis que tomar esas pastillas (Frenadol) que sea por la noche porque son más fuertes que el Orfidal>>
— Farmacia Enfurecida (@Farmaenfurecida) September 16, 2019
Ana Moya, 300k seguidores. pic.twitter.com/9y8Hiz6pqC
“Es el medicamento más recomendado por las influencers. Solo hay que buscar el nombre en Instagram o YouTube para ver la cantidad de blogueras que lo recomiendan”, critica Guille M. Melgar, farmacéutico y administrador de la cuenta de Twitter @farmaenfurecida, desde donde denuncia la desinformación difundida sobre medicinas. “Debe de ser porque son toallitas, una forma de aplicación poco común en medicamentos, y lo confunden con productos de limpieza facial”, añade Melgar en un correo electrónico. Según confirma, en las farmacias se encuentran“ a diario con personas solicitando medicamentos, especialmente el famoso Eridosis, porque se lo han escuchado a algún influencer y muchos se sorprenden cuando les pides receta”. Se suma a estas críticas la farmacéutica Gemma del Caño, quien también ha denunciado en las redes sociales las recomendaciones que hacen algunos prescriptores de opinión sobre ciertos fármacos.
También recomienda Eridosis, por ejemplo, la youtuber Paula Gonu (1,6 millones de seguidores). En un vídeo con algo más de 665.000 reproducciones llega a afirmar: “[Eridosis es] mi favorito desde que mi dermatóloga me lo aconsejó… No, no fue mi dermatóloga, fue mi vecina Máriam, que su padre es médico y se lo dijo… Bueno, da igual”. O Carla Wonderland (39.000 suscriptores), que en una grabación que suma casi 20.000 reproducciones explica que las toallitas de Eridosis “vienen impregnadas de eritromicina base, que es…. [mira la caja] bueno, un componente para el acné”.
Pero no es el único medicamento que promocionan ciertas influencers. En su batalla para lograr un uso adecuado de los medicamentos, Melgar ha visto a youtubers e instagramers recomendar Aciclovir (un antivírico en crema para el herpes), AINE (antinflamatorio no esteroideo), Ibuprofeno para “cualquier dolor” o incluso benzodiacepinas “para los nervios o para dormir bien”. Como ejemplo, la influencer Ana Moya (395.000 seguidores en Instagram), que en un vídeo publicado en redes sociales asegura: “Si os tenéis que tomar esas pastillas [en alusión al Frenadol], que sea por la noche porque son más fuertes que el Orfidal”.
“Promocionar el consumo de medicamentos, aparte de ilegal, es peligroso debido a que tienen efectos secundarios y reacciones adversas que pueden perjudicar a quien los consume: no todos valen para todo el mundo, cada paciente es un caso”, explica Guille M. Melgar. Pero es aún más grave en el caso de los antibióticos: “Se generan las famosas resistencias, el bicho [bacteria] se hace resistente y el antibiótico deja de hacer efecto”, pero no solo a quien abuse de él, alerta el farmacéutico, sino a toda la población.
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