_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Septiembre

La naturaleza producirá las catástrofes consabidas, pero ninguna será tan grave como las que se generan en el cerebro de algunos líderes políticos

Manuel Vicent
Una bandada de aves sobrevuela Tarifa.
Una bandada de aves sobrevuela Tarifa. Fundación Migres

Cada verano que termina siempre es el último verano de nuestra vida, pero en septiembre comienza una y otra vez el año nuevo, según el cambio fundamental que se establece en el ciclo de la naturaleza. Si llueve largo y despacio en septiembre habrá una buena sementera, y de la misma forma que sembrador echa en el surco la semilla del cereal, que después de pudrirse germina bajo tierra, así sucede también con nuestros sueños. A fin de cuentas qué es la vida sino un juego de dados que se desarrolla, año tras año, entre la siembra del trigo y la siega, entre el despertar de los sarmientos y los alegres días de Baco que son las fiestas de la vendimia. Durante ese espacio de tiempo se crean el pan y el vino, que en nuestra cultura son el cuerpo y la sangre de Dios. Mientras una luz de moscatel se instala en la copa de los árboles, en septiembre se producen las migraciones de las aves, la berrea de los ciervos, el inicio del calendario escolar, la apertura del curso político y la puesta a punto de los rifles y escopetas para montar cacerías de animales. Pasan por el aire las aves hacia el sur y sus gritos se confunden con los que emiten en el recreo los colegiales, quienes también viajan hacia la Isla del Tesoro con el cofre del pirata en la mochila. Desde el fondo de la melancolía uno se pregunta qué placeres y desgracias, éxitos y fracasos nos deparará el destino este curso que empieza. En medio de la confusión política puede que la berrea de los venados y la caza de la perdiz roja se realicen en el Congreso de los Diputados. La naturaleza producirá las catástrofes consabidas, pero ninguna será tan grave como las que se generan en el cerebro de algunos líderes políticos, a los que están ligadas como una maldición nuestras vidas. Llevados por este loco azar, ¿podremos cumplir acaso ese sueño que salve la cosecha de todo el año?

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Manuel Vicent
Escritor y periodista. Ganador, entre otros, de los premios de novela Alfaguara y Nadal. Como periodista empezó en el diario 'Madrid' y las revistas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo'. Se incorporó a EL PAÍS como cronista parlamentario. Desde entonces ha publicado artículos, crónicas de viajes, reportajes y daguerrotipos de diferentes personalidades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_