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‘Peluco de oro’ y puro de caballero español: el estilo Gil y Gil a juicio

Iba tan conjuntado que era difícil saber si estaba contando billetes o atendiendo al público en un puesto de feria de turismo. Analizamos su 'look' justo cuando triunfa un documental sobre su vida en HBO, 'El pionero'

Carlos Primo
Ilustración de Jesús Gil con uno de sus típicos modelos. El escote de la camisa dependía del grosor de la cadena de oro.
Ilustración de Jesús Gil con uno de sus típicos modelos. El escote de la camisa dependía del grosor de la cadena de oro.Ilustración: Paola Villanueva

La caja de los truenos de la España de los noventa custodia corrupción y escándalos, pero también el look que su inquilino más ilustre luce en esta imagen: ese imponderable llamado “conjunto”. La idea de armonizar colores en camisa y pantalón es un buen ejemplo de lo que los sociólogos llaman “gasto ostensible”.

En la imagen que ilustra este texto, Jesús Gil (Soria, 1933- Madrid, 2004) presume de camisa y pantalón a juego, pero se pasa de frenada con mocasines del mismo tono; tan conjuntado va que uno no sabe si está contando billetes o atendiendo al público en un puesto de feria de turismo. En cualquier caso, a él le hubiera dado igual. Gil pudo vestir traje a menudo, pero lo recordamos siempre sin él, con camisa remangada, bañador de deporte o, como aquí, con una especie de sahariana de manga corta que revela que, para un hombre que no reconocía más jefe que a sí mismo, todos los días eran casual friday. Un día le dijo a un periodista en un aeropuerto: “¿Te gusta mi camisa? Seda italiana, 100.000 pesetas me ha costado. Me he comprado diez”. Así era él.

El 'look' Gil y Gil punto por punto

La camisa. Hasta donde sabemos, esta camisa no tiene nombre, pero se ubica entre la sahariana y la guayabera. Es decir, en un verano eterno.

El escote. El escote de la camisa, siempre en el límite del peligro, es también un medio para un fin: el grosor y el brillo de la cadena de oro.

El reloj. El peluco de oro, símbolo indudable de éxito, sigue vigente, aunque sospechamos que Gil lo lucía, como todo en la vida, sin ironía ninguna.

El puro. "¿Qué es un caballero español sin puro?", se preguntarán algunos. "¿Y dónde queda la empatía?", preguntamos nosotros.

Los zapatos. En la geografía sentimental de este mocasín, Marbella queda según se sale de la Castellana a la derecha, dirección Nápoles.

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Sobre la firma

Carlos Primo
Redactor de ICON y ICON Design, donde coordina la redacción de moda, belleza y diseño. Escribe sobre cultura y estilo en EL PAÍS. Es Licenciado y Doctor en Periodismo por la UCM

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