La ‘cazadora de Vallibona’, un dinosaurio en Castellón
Un grupo de investigadores publican el hallazgo de este espinosaurio, el primero de la península Ibérica, que existió hace 125 millones de años
Vallibonavenatrix, la “cazadora de Vallibona”, es la nueva especie de dinosaurio carnívoro que ha sacado a la luz el yacimiento de la masía de Santa Águeda, en Vallibona, una localidad de cien habitantes en la castellonense comarca de Els Ports.
Este dinosaurio terópodo es el primer representante del grupo de los espinosáuridos descrito en la península ibérica y habitó en esta comarca castellonense hace unos 125 millones de años, cuando esta parte del interior más montañoso de la provincia era una llanura próxima al mar, una zona deltaica sumergida periódicamente por las mareas, el fango y capas de arcilla roja. Aquí, en Els Ports, habitó también en el Cretácico Inferior el Morelladon beltrani, la nueva especie descrita en 2015 y emparentada con el popular iguanodon, aunque en este caso se trataba de un ejemplar herbívoro.
Se caracteriza por la peculiar forma de su cráneo y dientes, muy semejantes a los de los cocodrilos
Vallibonavenatrix cani pertenece a los espinosáuridos, un grupo de dinosaurios carnívoros relativamente poco representado en la península Ibérica, pero que cuenta con un registro abundante en el norte de África, América del Sur, Asia e Inglaterra, explica a EL PAÍS el paleontólogo José Miguel Gasulla, del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED. El hallazgo se publica en la revista Cretaceous Research.
El dinosaurio se caracteriza por la peculiar forma de su cráneo y dientes, muy semejantes a los de los cocodrilos. Estos carnívoros son también muy reconocibles por el desarrollo de espinas neurales altas en algunas de sus vértebras, lo que produce una especie de vela sobre el dorso de su espalda. No obstante, Gasulla destaca como una de las principales características de este ejemplar la “neumaticidad de sus huesos, que tienen en su interior una especie de cápsulas de aire que hace que a pesar de ser animales robustos, pesaran relativamente poco, lo que les permitía ser ágiles corredores y nadadores, porque es muy probable que además de carnívoros fueran piscívoros”.
El único fósil conocido de Vallibonavenatrix está formado por parte de un esqueleto de un dinosaurio de un porte medio de entre 8 y 9 metros, que incluye vértebras dorsales, sacras y caudales y elementos de la cintura pélvica. Tradicionalmente los escasos restos de espinosáuridos conocidos en la península Ibérica han sido asignados al género Baryonyx del Cretácico Inferior de Inglaterra. “Sin embargo, siempre se ha considerado que el análisis de nuevos restos permitiría ajustar mejor esta asignación y que la diversidad de espinosáuridos ibéricos podría ser más compleja”, señalan los investigadores. Matizan también que el espinosáurido de Vallibona “parece presentar una mayor semejanza con parientes del hemisferio sur, como Spinosaurus, o asiáticos, como Ichthyovenator, que con Baryonyx”,
El material sobre el que se ha basado esta especie pertenece al Cretácico Inferior. Los fósiles que han permitido esta identificación fueron recogidos a principios de la década de 1990 por Juan Cano Forner, un aficionado a la paleontología de Sant Mateu (Castellón) y forman parte de su colección museográfica reconocida por la Generalitat Valenciana desde 1994. De hecho, el nombre del nuevo dinosaurio se compone de Vallibonavenatrix, que significa “la cazadora de Vallibona” y cani, en alusión al apellido del descubridor de los restos.
El estudio ha sido liderado por Elisabete Malafaia, una especialista en dinosaurios carnívoros del Instituto Dom Luiz da Faculdade de Ciência da Universidade de Lisboa y miembro junto con los otros autores José Miguel Gasulla, Fernando Escaso, Iván Narváez y Francisco Ortega del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED, además de José Luis Sanz de la Universidad Autónoma de Madrid.
El trabajo presentado se enmarca en la línea de investigación que este Grupo desarrolla para la reconstrucción de las faunas que habitaron los ecosistemas del Cretácico Inferior de la Formación Morella en la actual comarca castellonense de Els Ports, integrada geológicamente en la Cuenca del Maestrazgo.
Esta formación es una de las referencias más frecuentes en la historia de los vertebrados fósiles españoles dado que es el origen de algunos de los primeros restos de dinosaurios identificados en España en el último tercio del siglo XIX y en ella se incluyen algunos dinosaurios tan característicos como el ornitópodo Morelladon.
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