Tiroteos en Dayton y El Paso

Este es nuestro mundo. Un mundo en el que el odio hacia las minorías es promovido por cadenas de televisión, por fanáticos vociferantes en las redes sociales y por el presidente del país más poderoso del planeta. Esto no debería pasar y definitivamente no es normal. Es inconcebible que gente siga muriendo porque no se llega a un acuerdo por reformar las leyes que regulan el control de armas. El precio de no hacer nada es demasiado alto. Por otro lado, ha quedado claro que el atentado de El Paso fue motivado por el supremacismo blanco. Crímenes como estos muestran la peor cara de la humanidad. Desde la situación humanitaria en los centros de detención estadounidenses hasta esta clase de delitos, no podemos quedarnos indiferentes, hay que dar un grito de rechazo. Nuestra humanidad, libertad y sistema democrático están en juego en está lucha.

Belén Bernabé Muñoz. Lima (Perú)