“La tecnología es una fiel aliada de la hiperpaternidad”
El anuncio de un pañal con sensor que monitoriza 24 horas al bebé abre el debate de la hipervigilancia y sobreprotección en la crianza
La tecnología ha llegado a los pañales. Pampers ha anunciado esta semana que se ha unido a la moda de los gadgets, y ha creado Lumi, un sistema digital de cuidado que vigila la actividad del bebé gracias a un sensor instalado en el pañal y que está conectado a una cámara y a una app de móvil, informa The Washington Post. La empresa ha informado también de que este nuevo pañal estará en el mercado de Estados Unidos en otoño, aunque no ha desvelado su precio. Para la compañía este avance muestra cómo está creciendo la industria baby tech.
De esta forma, y gracias a este sistema, los padres podrán saber, entre otras cosas, si su pequeño está mojado, si está dormido o despierto, si tiene hambre… las 24 horas del día. A pesar del obvio avance tecnológico en torno a la crianza, muchos padres se sienten saturados a la hora de elegir cuál es la mejor tecnología para sus hijos y cuánta deben usar en un mundo que cada vez vive más conectado.
¿Cómo afecta la tecnología desde la cuna a nuestros hijos?
Eva Millet, periodista y especialista en educación en el blog educa2.info explica por teléfono que “a pesar de que los beneficios de la tecnología son evidentes, también tiene sus problemas”. Desde el punto de vista de crianza, la experta mantiene que a veces la tecnología es aliada de la hiperpaternidad, tema sobre el que ha escrito dos libros: “Nos proporciona poder tener un control constante sobre nuestros hijos. Las 24 horas del día. Lo que hace que el niño pierda autonomía. Que la hiperpaternidad comience antes y que nos neuroticemos, con tantas posibilidades de control. Sin olvidar la sensación de culpa, porque muchas campañas de marketing provocan reacciones del tipo 'si no tengo esto, soy una mala madre”.
Otra de las consecuencias que puede tener usar tecnología con nuestros hijos constantemente es que les produce ansiedad, “imagínate estar vigilado 24 horas por tu jefe, por tu compañero de trabajo… no es sano”. Todo esto además de que si impedimos que los niños se desarrollen libremente, según experta, “esto tendrá su efecto en el futuro y estaremos creando niños y niñas incapaces de resolver un problema, de enfrentarse a una situación. Millones de niños han usado pañales normales durante años y años y no les ha pasado nada. Estemos tranquilos", incide Millet.
En cuanto al uso de la tecnología, la experta aconseja equilibrio. “Un pañal con un sensor que monitoriza a nuestro pequeño puede ser útil, si nos da tranquilidad, sobre todo en el caso de padres primerizos. En contra, yo les recomiendo que aquellos a los que les produzca ansiedad, lo abandonen de inmediato”, concluye la experta.
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