Andamios rojos, muebles de Frank Lloyd Wright y piezas recicladas por talentos españoles. Así fue el diseño de la fiesta del verano
Hablamos con Cito Ballesta, arquitecto y responsable del set que acogió el Museo Lázaro Galdiano con motivo del tercer aniversario de la revista
Ya habíamos visto cómo unos andamios de proporciones hercúleas tomaron hace unos años el centro de Róterdam. Stairs to Kriterion, un proyecto del estudio MVRDV, construía un metafórico puente entre pasado y presente de la ciudad, uniendo su Estación Central, todo un icono contemporáneo, con el mítico cine Kriterion. Algo parecido ocurría en la última fiesta de ICON Design celebrada en el Museo Lázaro Galdiano. "Es un espacio que poco o nada habla de lo que está ocurriendo en este momento en diseño", comentaba el arquitecto Cito Ballesta, creador del interiorismo del evento. Esta era la segunda vez en la que Ballesta trabajaba con el espacio y, en esta ocasión, aprovechó esta circunstancia para plantear una idea disruptiva: "Trabajar con un concepto que contraste con el espacio es siempre excitante e inspirador", manifiesta el director creativo del proyecto.
Dicho y hecho. A la lección de historia del arte que puede leerse en un recinto con elementos que datan del siglo XVIII le surgieron unos inesperados compañeros: andamios rojos que seguían la línea de un jardín de esculturas con una naturalidad que hacía pensar que hubiesen coexistido desde siempre. Seis fueron las piezas encargadas de actualizar la configuración de Parque Florido, la que fuese la residencia madrileña del coleccionista de arte José Lázaro Galdiano y su mujer Paula Florido Toledo a partir de 1903. "Están realizadas con estructura de andamio y pintadas en rojo para establecer un contraste fuerte y armónico con el edificio y el jardín preexistentes", explica el también interiorista.
Una instalación 'zerowaste'
Cero residuos. Esta es una de las ventajas inherentes a la naturaleza del andamiaje, y su condición efímera y reutilizable fue la clave de la puesta en escena de Ballesta. "Todos los materiales que he aplicado ya han tenido una vida útil y la seguirán teniendo. El residuo de la instalación es minimizado al máximo para hacer un evento sostenible". Lo que normalmente son estructuras auxiliares se coronaron con focos de diversos tamaños para ganar presencia y establecerse como fuente lumínica del evento.
Si la velada se estrenaba en tonos ámbar y rojo intenso, se coloreaba con azules y morados a medida que la noche avanzaba. "Esta fue una de las partes más importantes del diseño, ya que pude crear diferentes atmósferas según su orientación y las combinaciones de color", apunta Ballesta. Crear ambiente a través de la luz fue uno de los mayores retos que planteaba el espacio. "Al ser un jardín de dimensiones considerables, la instalación lumínica fue un desafío por el tendido de cables y los metros utilizados".
Un fotomatón profesional para 'instagramers' exigentes
Nadie quiso perderse la oportunidad de inmortalizar su paso por la fiesta en los sets de foto que inventó Ballesta siguiendo también una filosofía sostenible. El vestíbulo del edificio Bankinter del arquitecto Rafael Moneo inspiró uno de ellos. "Se componía de una pieza construida en perspectiva que dejaba un hueco donde se colocó un tapiz de Viso Project. De base, un plano en color verde oscuro donde se ubicaron dos sillones Taliesin de Frank Lloyd Wright para Cassina en color azul marino y verde", describe el arquitecto. Para iluminarlo, utilizó la lámpara Highline con base en blanco de Marset. Además, el propio Cito junto a la diseñadora de moda Pepa Salazar conceptualizaron una pieza discordante para este escenario: "Un cojín con forma de mano gigante en terciopelo naranja recuperado de los sets fotográficos de la fiesta anterior", añade.
Pero si hubo un espacio que tomó como narrativa el reciclaje, ese fue el segundo set. "La diseñadora Raquel Quevedo desarrolló tres piezas de en tela reciclada, una escultura de plástico reutilizado y camisas de Guillermo Santomá", cuenta. Junto a estos elementos y sobre un plano de color amarillo oro, se dispuso un sillón Feltri de Gaetano Pesce para Cassina. "Completé el escenario con dos cojines que fabriqué con tela de loneta que ya había utilizado en la feria Libros Mutantes en 2015 y otras que empleé una editorial de moda para ICON", manifiesta.
Objetivo cumplido: la noche fue memorable
Sostenibilidad sí, funcionalidad también. Porque lo realmente importante cuando se prepara el diseño de la fiesta de la temporada, es que los asistentes disfruten y lo pasen bien. "El evento se plantea siempre para que el invitado se sienta cómodo y disfrute de diferentes sensaciones hedonistas a lo largo de la noche", aclara. Algo que fue posible gracias al trazado sencillo de un jardín en el que predominan árboles de gran talla como el magnolio, el cedro o el acanto. "Alrededor de cuatrocientos invitados pudieron disfrutar de un espacio abierto en una calurosa noche de junio", concluye Ballesta. Y pese a que el termometro no dio tregua, pocos pudieron resistirse a los hits que El Cuerpo del Disco arrojó en la pista de baile.
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