_
_
_
_

Marta Milans o hacer el camino de Hollywood a España

La actriz madrileña, quien lleva casi 20 años de carrera en EE UU, empieza a ser conocida en su país natal tras el éxito de ‘¡Shazam!’

La actriz Marta Milans, en el bar La Canalla, en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
La actriz Marta Milans, en el bar La Canalla, en Pozuelo de Alarcón (Madrid).Jaime Villanueva (EL PAÍS)
Maite Morate
Más información
Laia Costa, la actriz española que triunfa en todos los países menos en España
'¡Shazam!', regreso a la pureza del corazón

Marta Milans, madrileña criada en Aravaca, saborea despacio el éxito de ¡Shazam!, la película que le ha reportado fama en Hollywood. El filme de superhéroes fue el número uno en taquilla desde abril hasta el estreno de su mayor competidor, Vengadores: Endgame. Es algo que no parece molestarle, ya que la cinta de David F. Sandberg la ha puesto en el punto de mira tanto en EE UU como en España.

Tiene 37 años, pero desde los tres intuyó su camino. A esa edad empezó a tocar el violín y con siete supo que la interpretación sería su pasión gracias a la función de Navidad del conservatorio. Estudió en un colegio inglés en Madrid que le inculcó su amor por Shakespeare y el teatro y, a los 19, tuvo claro que cumplir su sueño pasaba por estudiar en Nueva York. Allí se fue sola y no ha dejado de trabajar.

No resulta extraño debido a la familia de artistas de la que procede: su madre es pintora y escultora, su abuelo arquitecto, su tía fotógrafa y su tío compositor y pianista. Junto a su padre, dueño de la quesería ecológica Santa Gadea, en Burgos, han sido el gran apoyo de Milans cuando ha estado a punto de tirar la toalla, como le ocurrió hace dos años y medio. “Me vi sin dinero, tuve que alquilar mi casa de Nueva York y dije: ‘No puedo más”, comenta. Hizo las maletas y se fue tres meses a Ibiza, su refugio.

Reconoce que Hollywood no es fácil y piensa que Los Ángeles, donde vive desde hace unos años, es una ciudad “muy tóxica”. “Es muy claustrofóbico, porque todo es la industria del cine. No desconectas”. Hasta allí se trasladó después de varios años viviendo en Nueva York, donde hizo teatro y trabajó en algunas series como Ley y Orden o Killer Women. Uno de sus apoyos allí es su colega Elsa Pataky, a quien considera una hermana. Ambas se conocen desde la etapa en la que Pataky salió con el piloto Fonsi Nieto y su amistad sigue intacta. Ahora, Milans es una más de la pandilla que Pataky y su esposo, el actor Chris Hemsworth, forman con Matt Damon y su esposa, Luciana Barroso.

Durante esa estancia de desconexión en Ibiza recibió una llamada del cineasta Michael Caton-Jones, quien quería que trabajase en su filme Asher. Con todo, no fue esa película, sino un corte de pelo lo que impulsó su carrera. Lo cuenta riendo y aún incrédula: “En Asher utilicé varias pelucas y eso me animó a cambiar de look. Cuando me llamaron para las pruebas de ¡Shazam!, la asistente del director de casting alucinó por mi parecido con el personaje”. El filme dedicado al superhéroe de DC Comics tendrá una segunda parte y Milans celebra que hayan vuelto a contar con ella.

Desde entonces todo ha ido rodado. Han sido dos años intensos en los que la intérprete también se ha hecho un hueco en la industria española. Ha colaborado en series como Vergüenza o El embarcadero, que también proseguirá en una segunda temporada, uno de los motivos por los que se encuentra en España, además de otro proyecto del que no puede desvelar nada. “Soy de las pocas que lo ha hecho al revés: primero las Américas y luego volver a casa”, indica.

Tiene claro que este regreso es temporal, ya que le gustaría seguir combinando su trabajo fuera —el idioma nunca ha sido una barrera para ella, pues habla inglés, francés, italiano, portugués, alemán y chapurrea el ruso—y, además, no descarta formar una familia en Nueva York. Milans prefiere mantener al margen su vida privada, pero aclara un incidente pasado. En 2017, la prensa la señaló como la causa de la ruptura del compromiso entre la cantante Kylie Minogue y Joshua Sasse. “Somos amigos, nada más. No me pronuncié entonces porque fue doloroso. Invadió mi privacidad de manera inesperada”, detalla.

Ahora vive una nueva etapa en la que se ha dado cuenta de que no hay que sentirse fracasado porque el éxito tarde en llegar. “Es necesario tener la cabeza amueblada y la ambición bien medida, porque es lo que te puede romper. En esta profesión un día estás arriba y otro no eres nadie. Si me hubiera ocurrido más joven, lo hubiese llevado peor”, remata.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Maite Morate
Es redactora en Última Hora y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en el diario digital Redacción Médica y en la Cadena SER. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_