17 clásicos del pop y rock internacional que te sabes de memoria y quizá no sepas de qué trata la letra
Las has tarareado, bailado o puesto de fondo en una cita romántica. Si te hubieras fijado en su contenido, quizá te lo habrías pensado dos veces
Hubo uno que un día se enteró de que su canción de amor favorita de todos los tiempos trataba en realidad sobre un sándwich mixto. Era una letra de amor hacia el emparedado favorito del cantante. Tal cual. Dejó de escucharla: ya no era lo mismo. Para que no te pase algo similar, aquí tienes la temática real de un puñado de clásicos del pop y rock.
- The Police: ‘Every Breath You Take’ (1983)
El cantante y bajista Sting, el discreto guitarrista Andy Summers y el superlativo batería Stewart Copeland, componentes del grupo que domesticó el punk, llegaron en 1983 al número uno de ventas en Reino Unido y Estados Unidos y ganaron dos premios Grammy con esta canción… ¿de amor? Pues no, aunque mucha gente la utilice en sus bodas. Estamos ante una canción de separación, un texto que escribió Sting contando la ruptura de su primer matrimonio, con la actriz Frances Tomelty. El problema es que, sobre una suave melodía, el músico desliza frases que rozan el acoso machista. "Cada respiro que tomas/, cada movimiento que haces/, cada vínculo que rompes/, cada paso que das/, te estaré mirando", canta Sting en amenazante primera persona. Sting lo reconoció años después en una entrevista para New Musical Express: "Creo que es una letra desagradable, más bien malvada. Habla de celos, vigilancia y posesión". Si a eso añadimos que parte de la letra y la música del estribillo se parecen demasiado al tema de idéntico título que grabó Gene Pitney 20 años antes (compuesto por Carole King y Gerry Goffin), estamos ante un verdadero descosido en la discografía del trío.
Escucha Every Breath You Take pinchando aquí.
- Madonna: ‘Like a Virgin’ (1984)
Fue el tema que desató la fiebre por Madonna, en gran medida por el morbo que a muchos le inspiraba la letra: fantasear con hacer el amor "como por primera vez" con esa rubia vestida de novia que aparecía en el vídeo (rodado en Venecia) seguramente espoleó la imaginación de algunos adolescentes. Cosa que no habría ocurrido si hubieran sabido que la letra, de Billy Steinberg, era autobiográfica: el compositor puso por escrito sus sentimientos al inicio de una relación amorosa justo después de una dolorosa ruptura; quería tomarse ese nuevo amor como si fuera el primero. De hecho, nunca se le pasó por la cabeza que pudiera terminar cantándola una mujer. Después de lo que debió de aportar a su cuenta corriente, seguro que no se arrepiente.
Ver el vídeo de Like a Virgin pinchando aquí.
- Metallica: 'Nothing Else Matters' (1992)
Nothing Else Matters es lo más parecido a un standard que tiene el grupo de rock: versionada más de 100 veces y convertida en imprescindible en sus conciertos, esta balada de más de seis minutos es la canción de Metallica que conocen todos aquellos que no son fans de Metallica (y que inicialmente enfureció a sus más acérrimos por representar un cambio de estilo). Menos conocido es el origen de la letra, que surgió cuando el cantante y guitarrista de la banda, James Hetfield, hablaba por teléfono con su novia durante una gira en 1990. “Esa es la canción menos Metallica, la que menos nos pegaba, la que creí que nadie querría escuchar”, confesó Hetfield en una entrevista con The Village Voice en 2014. Eso explica frases que contiene la letra, como “Nunca me abrí de esta manera” o “No me importa lo que hagan”. Parecen los argumentos de un hombre acostumbrado a cantar rock duro para suavizarse por un momento y escribir sobre el amor y la soledad. Muy probablemente esta novia se trataba de una chica llamada Kristen, que estuvo con Hetfield entre 1988 y 1990. Su siguiente novia, y hasta hoy su esposa, es Francesca, que trabajaba en el equipo de seguridad de Metallica y, por lo tanto, viajaba en las giras con ellos. Gran solución para un hombre duro que, a juzgar por la letra de esta balada, no soportaba estar solo.
Ver el vídeo de Nothing Else Matters pinchando aquí.
- The Eagles: ‘Hotel California’ (1976)
En su canción más popular, publicada en 1976, cuando ya eran superestrellas, los Eagles evocan un establecimiento hotelero en mitad del desierto que es a la vez seductor y peligroso, y en el que “puedes inscribirte siempre que quieras, pero nunca te puedes ir”, como avisa en la última estrofa el “hombre de la noche”, uno de los personajes que hablan en este relato sonoro de seis minutos y medio. Pues bien, no existe tal hotel (el Beverly Hills Hotel de Sunset Boulevard que aparece en la icónica portada es solo un recurso), ni tampoco describe una institución mental, como algunos creyeron discernir. “El concepto tenía que ver con echar un vistazo a todo lo que la banda había atravesado, personal y profesionalmente, mientras aún nos estaba sucediendo", ha declarado Don Henley, batería y cantante. Y añadió: "Estábanos recibiendo una educación completa en la vida, en el amor, en los negocios, y el hotel simbolizaba todo lo que Los Ángeles había llegado a significar para nosotros. En una frase, lo resumiría como el final de la inocencia".
Escuchar Hotel California pinchando aquí.
- Radiohead: 'Karma Police' (1997)
Las bromas internas que nadie ajeno a la pandilla entiende son marca de la casa de cualquier grupo de colegas. Esto es así desde que el ser humano socializa. Precisamente a partir de una broma entre los miembros de Radiohead surgió Karma Police. Este himno del indie, que 22 años después de su publicación se ha convertido en un clásico del rock, es fruto de las horas de camadería que compartieron durante la gira Can't Not de Alanis Morissette, donde ejercían de teloneros. Ante cualquier conducta reprobable de alguno de ellos durante la gira, el resto de la banda amenazaba con sorna con la siguiente frase: "No importa, tarde o temprano al culpable se lo va a llevar la policía del karma". El propio Thom Yorke, líder de Radiohead, confesaba que el karma era muy importante para él. "La idea de que algo como el karma existe me hace feliz. Me hace sonreír. Por eso, Karma Police está dedicado a todos los que trabajan para una gran empresa. Es una canción contra jefes. Por mucho que te exploten, el karma ya se ocupará de ellos", ha explicado Yorke. El guitarrista Ed O'Brien fue el que desveló a la a la revista Humo que esta frase era una broma que se gastaban entre ellos. Y añadió: "Supongo que es una tontería creer que tu destino depende de tus acciones en una vida anterior, pero tienes que confiar en algo".
Ver el vídeo de Karma Police pinchando aquí.
- Green Day: ‘Wake Me Up When September Ends’ (2005)
Muchos, cuando vimos el vídeo de este tema en 2009 —un soberbio cortometraje de más de siete minutos—, en primer lugar lamentamos que los gamberros Green Day se hubieran vuelto serios, y después supusimos que, en plena Guerra de Irak, las imágenes bélicas del clip acompañaban una letra pacifista sobre la inocencia interrumpida. Error: en realidad, Billie Joe Armstrong lo escribió a modo de homenaje a su padre, muerto de cáncer el 1 de septiembre de 1982, cuando el músico tenía 10 años. En el entierro, Billie se fue llorando y se encerró en su habitación; su madre tocó con los nudillos en la puerta, y respondió desolado: "Despiértame cuando termine septiembre" (Wake me up when September ends).
Ver el vídeo de Wake Me Up When September Ends pinchando aquí
- The Boomtown Rats: ‘I Don’t Like Mondays’ (1979)
¡Qué simpática canción! Todos la hemos recordado alguna vez con una sonrisa alguna mañana de lunes, atrapados en un atasco. ¿Cómo te quedas si te digo que el mayor éxito en la carrera del grupo del inefable Bob Geldof, de 1979, no es una afrenta al primer día de la semana? Siempre atento a las noticias, el impulsor en 1985 de Live Aid habló en esta canción de una matanza perpetrada en 1975 en un instituto de Canadá por un chico de 18 años llamado Robert Poulin. El día antes de liarse a tiros, Poulin había violado y matado a cuchilladas a una chica. "Nadie va a ir a la escuela hoy —canta Geldof—, ella va a hacer que se queden en casa. Y su papá no lo entiende. Él siempre decía que era tan buena como el oro. Y no encuentra ninguna razón, porque no la hay".
Encuchar I Don't Like Mondays pinchando aquí.
- TLC: ‘Waterfalls’ (1995)
Antes de Beyoncé y Rihanna, TLC fueron las encargadas de portar el cetro del R&B femenino. Tuvieron un abrupto final (una de las componentes del trío, Left Eye, falleció en un absurdo accidente de tráfico en Honduras durante unas vacaciones) pero nos dejaron varios éxitos, entre ellos este tema de 1995 que podría interpretarse como una oda a los saltos de agua (como el título de la canción, Waterfalls). Ellas se mojan, sí, pero en sentido figurado, porque de lo que hablan es del sida, asunto candente por entonces: "Un día va y se mira en el espejo, pero no reconoce su propia cara./ Su salud decae y no sabe por qué", cantan TLC. La referencia a las cascadas era una metáfora sobre la promiscuidad: "No vayas a cazar cataratas/. Por favor, limítate a los ríos y lagos que ya conoces".
Ver el vídeo de la canción pinchando aquí.
- Lady Gaga: ‘Poker Face’ (2008)
¿Un homenaje a los jugadores de póker? ¿A la ciudad de Las Vegas, meca del juego? ¿A los actores inexpresivos tan de moda en el cine polaco? Para nada. En Poker Face, uno de los primeros singles de Lady Gaga, la cantante y compositora de Nueva York fantasea sobre la bisexualidad. Como contó al público en uno de sus conciertos de 2009, habla de tener sexo con un hombre deseando que fuera una mujer. De ahí que a la cantante se le quedara "cara de póker".
Escuchar Poker Face pinchando aquí.
- The Beatles: ‘Lucy in the Sky with Diamonds’ (1967)
La mitología pop decretó hace mucho tiempo que este temazo de los Beatles es una apología de las drogas alucinógenas, ya que de su título se pueden extraer las siglas LSD. Pero si damos crédito a lo que el propio John Lennon contó en su famosa entrevista para Playboy en 1980, la letra tiene un contenido mucho más inocente. "Mi hijo Julian vino un día con un dibujo que había hecho a una amiga del colegio llamada Lucy. Había pintado algunas estrellas en el cielo y lo había titulado Lucy in the Sky with Diamonds [Lucy en el cielo con diamantes]. Así de simple", dijo. Es más, dijo de quienes pensaban que iba sobre el LSD que eran los típicos fans retorcidos que siempre buscaban mensajes ocultos en sus letras, cuya "versión extrema" era Charles Manson.
Escuchar Lucy in the Sky with Diamonds pinchando aquí.
- The Rolling Stones: ‘Brown Sugar’ (1971)
¿Es, como se ha dicho, una alusión a Marsha Hunt, una de las primeras amantes de Mick Jagger (y madre de una de sus hijas), a quien el cantante le habría dedicado la canción? No van por ahí los tiros. Este tema de 1971, uno de los emblemas de los Stones, plasma escenas de racismo y abusos sexuales en Nueva Orleans. Un tipo azota a una esclava y una mujer es víctima de continuas violaciones: no hay ni un verso que se libre de ser escabroso. A la vez, juega con el doble sentido del azúcar moreno como sinónimo de heroína. "Dios sabe de lo que estoy hablando en esa canción", dijo Jagger en 1995. "Es una mezcolanza. Todos los temas desagradables a la vez. Nunca escribiría esa canción ahora, probablemente me autocensuraría", añadió. A pesar de su contenido, el público la acogió con fervor: lideró dos semanas la lista de singles de Estados Unidos.
Vídeo de los Rolling Stones interpretando Brown Sugar en 1972 pinchando aquí.
- Dire Straits: ‘Money for Nothing’ (1985)
La cima comercial (que no creativa) del grupo de Mark Knopfler, en la que colabora Sting, se ha relacionado desde siempre con la televisión musical, en concreto el canal MTV. Cierto es que se menciona constantemente en la letra y que el vídeo de la canción fue el primero que emitió la cadena en su desembarco europeo en 1987, pero Knopfler aprovecha aquí para lanzar algunos dardos a las bandas de hair metal que lo petaban a mediados de los ochenta (el tema se publicó en 1985). La inspiración le llegó en la sección de electrodomesticos de una gran superficie: allí divisó a un obrero de la construcción mirando un televisor e insultando al grupo que salia actuando. A Knopfler le hicieron tanta gracia los comentarios que pidió un boli para anotarlos; algunos aparecen en la letra. "Mira ese marica con los pendientes y el maquillaje/, sí, ¿ese pelo es suyo?/ Ese marica tiene su propio avión, ese marica es millonario/ (…) Dinero por nada, y chicas gratis". Nikki Sixx, de Mötley Crüe, se dio por aludido, y dijo: "¿No es genial?".
Ver el vídeo de Money for Nothing pinchando aquí.
- Beyoncé con Jay-Z: ‘Drunk in Love’ (2013)
Una interpretación rápida de un tema que graban marido y mujer y que se titula 'Borrachos de amor' llevaría a pensar que estamos ante una declaración de romanticismo desatado (y ebrio). Y aunque algo de eso hay en este tema de 2013 (se mencionan algunos momentos de desenfreno etílico y sexual), el rap que inserta Jay-Z contiene algunas referencias un tanto inquietantes. "Soy Ike Turner, y no es un juego./ Cómete el pastel, Anne Mae, te he dicho que te comas el pastel", recita. Si tenemos en cuenta que el nombre real de Tina Turner es Anne Mae Bullock y que en una escena del biopic sobre ella, su marido Ike —quien la pegaba regularmente— le obliga a comer un pastel, parece que Jay-Z se mete demasiado en la piel de esposo violento. Más adelante cita a "Mike Tyson como en el 97, estoy que muerdo". En pleno éxito del tema, que llegó al puesto número dos de la lista de éxitos estadounidenses, el diario británico The Guardian denunció que los análisis de su letra en medios como The New Yorker o Salon obviasen esas letras “perturbadoras” y “de mal gusto”. “Tal vez el incómodo silencio sobre las letras no está haciendo ningún favor a Beyoncé, al no permitirle que defienda su propias licencias dramáticas para contar algo polémico”. Tal vez en este caso el misterio no le añade atractivo a la canción sino que, en un momento históricamente delicado e importante para la igualdad, la mancha.
Ver el vídeo de Drunk in Love pinchando aquí.
- Tom Jones: ‘Delilah’ (1968)
Muchas de nuestras madres se rindieron ante este clasicazo de 1968 del Tigre de Gales, en apariencia una historia de amor impetuosa a ritmo de alegre vals. No se dieron cuenta de que el tema constituía un monumento a la violencia machista. El protagonista de la canción pasa una noche por delante de la casa de su amada y ve dos siluetas en la ventana; por la mañana, llama a su puerta: "Ella se quedó de pie riéndose, sentí mi cuchillo en mi mano y ya no se rió nunca más". Una letra bastante fuerte; algo que debió de pensar P. J. Proby, que había grabado la canción unos meses antes, pero rechazó incluirla en el disco que estaba preparando porque le pareció "lamentable".
Escuchar Delilah pinchando aquí.
- Whitney Houston / Dolly Parton: ‘I Will Always Love You’ (1992/1974)
Si no es mayoritariamente considerada la balada más romántica del pop, poco le falta. "Te amaré siempre" apela a un sentimiento más fuerte que el tiempo y el hecho de que esta canción de Dolly Parton de 1974 apareciera en la banda sonora de El guardaespaldas (1992) en la voz de Whitney Houston hace que muchos mueran de amor cada vez que la escuchan. Ahora viene el jarro de agua fría: no es un canto al amor romántico, sino a la amistad. Parton la compuso para despedirse de Porter Wagoner, cantante de country y quien le dio su primera oportunidad. Tras siete años participando en su programa de televisión, el éxito obligó a Parton a romper con su mentor y este se lo tomó como una deslealtad. Pero ella le compuso esta canción y cuando se la cantó él rompió a llorar de emoción.
Escuchar la versión de Whitney Houston pinchando aquí.
Escuchar la interpretación de Dolly Parton pinchando aquí.
- PSY: ‘Gangnam Style’ (2012)
Gangman Style fue a la generación millennial lo que el Macarena de Los Del Río a la generación X. Desenfado sin pretensiones y coreografía sin complicaciones. La letra, sin embargo, tenía algo más de sustancia: ridiculizaba a los nuevos ricos de Gangnam, una de las zonas más prósperas de Seúl. Así, PSY se refiere a "una chica con clase que disfruta de la libertad de una taza de café", otra que "se lleva el pelo hacia un lado cuando la ocasión lo precisa" y un chico que "hace crecer sus músculos más que sus ideas". Aunque la carrera internacional de este solista no dio para más, fue precursor de la fiebre del K-pop, ahora tan en boga.
Ver el vídeo de Gangnam Style pinchando aquí.
- The Killers: ‘Human’ (2008)
Para empezar, esta preciosa canción de The Killers de 2008 enfrentó a los cuatro componentes de la banda: dos apostaban por ella y los otros dos la tachaban de facilona. La letra causó desconcierto, pues incluye una incorrección gramatical: en el estribillo, Brandon Flowers canta "¿somos humanos o somos bailarín?", saltándose la concordancia entre un verbo en plural ("somos") y un sustantivo en singular ("bailarín"). Algún fan acérrimo llegó a escuchar una "ese" imaginaria (dancers) y hubo quien decidió que en vez de dancer decía denser, o lo que es lo mismo: "somos más densos". Flowers defendió su audacia: "A la gente le preocupa que no sea gramaticalmente correcto, pero creo que puedo permitirme hacer lo que quiera". Explicó, además, que la frase está inspirada en una cita del escritor Hunter S. Thompson, en la que decía que "estamos criando una generación de bailarines". El tema de la canción es la decadencia moral en la sociedad. "Mis padres llevan casados 45 años y eso es algo poco habitual actualmente. Soy muy anticuado, supongo. Y cuanto más envejezco, más anticuado", declaró el cantante a The Sunday Times en un alarde tan honesto como puritano.
Ver el vídeo de Human pinchando aquí.
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