La lucha con sable láser busca convertirse en deporte oficial
España es el único país, junto a Italia, que ha logrado llegar al podio en las competiciones internacionales
La lucha de sables láser nació como un delirio de una película de ciencia ficción en 1977. Más de cuarenta años después, ese delirio es un deporte oficial en Francia y, en España, quienes lo practican buscan conseguir el mismo reconocimiento. Varias academias imparten clases de combate con sables de luz desde hace años. Una de ellas es Ludosport, que cuenta con sedes en Madrid y Barcelona, y donde da clases uno de los referentes internacionales de este “deporte”.
El español Guillermo Serra es subcampeón del mundo de sable láser en la modalidad de estilo, el primer participante no italiano que en una competición internacional logró subirse al podio. “Usamos un sable real, no por ser la hoja de plástico, el material de metal y que haga ruido y tenga luz lo que hacemos es menos merecedor de ser llamado deporte”, explica Serra, que descubrió los combates de sable láser por casualidad hace unos años por internet.
Las normas son las siguientes: dos luchadores se enfrentan en un círculo marcado con cinta en el suelo y cada golpe recibe una puntuación diferente en función de si es en cabeza, tronco o extremidades. Solo los golpes en las llamadas zonas mortales otorga un punto completo. En una eliminatoria gana el tirador —así se llama a los que empuñan los sables— que consigue antes 3 puntos-
“Tiene similitudes y cosas diferentes”, comenta José Luis Abajo, la única medalla olímpica que ha conseguido la esgrima española. Él ve con buenos ojos esta iniciativa, porque "todo lo que sea fomentar la actividad y luchar contra el sedentarismo es bueno". Más de doscientos alumnos en toda España, competiciones y un reglamento que buscan reivindicar que hay nuevas formas de hacer deporte.
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