Mentiras y verdades de los remedios de la abuela
Muchas veces los usamos con nuestros nietos e hijos, pero ¿qué hay de cierto en el recetario popular de nuestros ancestros que lo mismo alivia un estreñimiento que frena una tos?
Sana, sana culito de rana, si no sana hoy, sanará mañana es un clásico de las abuelas para aliviar chichones, heridas y demás golpes de los niños, pero ¿qué hay de cierto en el recetario popular de nuestros ancestros que lo mismo alivia un estreñimiento que frena una tos?
Hay muchos falsos mitos enraizados en la cultura popular, muchos de ellos relacionados con productos alimentarios presuntamente sanadores. Si bien es cierto que la mayor parte de ellos tiene resultados inofensivos para la salud. No obstante, en la sociedad de la información, conviene aclararlos para ofrecer datos verídicos al respecto”, comenta Iván Carabaño, miembro de la Asociación de Pediatría del Hospital 12 de octubre de Madrid, que apunta algunos trucos con cierto fundamento científico que pueden aliviar algunos problemas de salud leves en los niños:
1. Hielo para los chichones. El frío reduce la dilatación de los vasos sanguíneos y rebaja la inflamación.
2. Aceite de oliva para los eccemas. El aceite mejora la hidratación de la piel, y por ello mejora y equilibra las afecciones atópicas.
3. Aceite de oliva mezclado con el puré para el estreñimiento. El aceite mejora la lubricación de las heces y por lo tanto su evacuación.
4. Helado tras una operación de anginas. El frío reduce la dilatación de los vasos sanguíneos, con lo cual se reduce ligeramente el riesgo de sangrado en la zona donde se aplica.
5. Agua de mar para los catarros. Los lavados nasales con agua y sal van favorecen la eliminación de la mucosidad de manera pasajera y puntual.
6. Leche con miel para la tos. Algunos estudios científicos afirman que La miel tiene un leve efecto calmante de la tos. No obstante, conviene moderar su consumo porque puede producir caries y obesidad. No se debe administrar en los niños menores de 18 meses.
7. Bebida de cola batida y sin gas para los vómitos. Los líquidos azucarados (salvo que también exista diarrea) son recomendables para hidratar al niño. También se puede usar suero o agua con un poco de azúcar.
8. Membrillo y yogur para cortar la diarrea. Estos alimentos contienen probióticos (microorganismos vivos que actúan la flora intestinal) que ayudan a regular el tránsito intestinal.
9. Aloe vera para las quemaduras. La aplicación en la piel de extractos de esta planta ha mostrado eficacia a la hora de acelerar su reparación cuando se producen quemaduras, o hay dermatitis.
10. Gárgaras con agua salada para las picaduras de avispas. Las avispas buscan posarse en los alimentos con el consiguiente riesgo de ingerir una, que pique en el paladar. El agua salada ayuda a evitar la inflamación hasta que se llega al centro sanitario.
11. Agua caliente y sal para los esguinces. El calor local tiene un cierto efecto analgésico o de reducción del dolor y con la sal se consigue un leve efecto antiinflamatorio.
Otros remedios del botiquín de las abuelas que el colectivo médico no encuentra utilidad por su falta de base científica son, según apunta el pediatra Iván Carabaño:
- La leche caliente con miel para dormir bien. Ni la leche ni la miel tienen capacidad somnífera.
- La cebolla contra la tos. No reduce la duración o intensidad de un catarro ni de día ni de noche.
- Infusiones de tomillo con efecto expectorante. No tiene un mayor efecto expectorante que el que pueda tener un vaso de agua.
- Vinagre para aliviar las picaduras de insectos. Lo único que puede aportar es un leve efecto antiséptico.
- Eucalipto para despejar los bronquios. El aroma es agradable, pero no sirve para muchos más. Está totalmente contraindicado en caso de que el niño tenga espasmos bronquiales.
- Cerveza sin alcohol para las madres que amamantan. Un buen vaso tiene el mismo efecto para producir leche. Lo importante es estar muy bien hidratada.
- Agua con comino para el dolor de vientre. No tiene ninguna base científica que este preparado alivie el dolor abdominal.
- Aceite de oliva para los chichones. El aceite de oliva aplicado sobre la piel no tiene ningún efecto antiinflamatorio.
Seguro que más de un lector tiene algo que aportar al respecto sobre su particular botiquín y recetario heredado, además del sana, sana, culito de rana…
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.