
La fotógrafa que recrea las leyendas ocultas del Támesis
10 fotosSeguir el curso de un río implica recuperar la memoria de aquellos que transitaron a lo largo de sus orillas. La autora de estas evocadoras imágenes recrea algunos de los relatos y fábulas que arrastra su enigmático caudal. Un universo onírico basado en hechos ficticios y reales que viaja por el territorio de la fantasía.
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1
Escapando de la inundación.
Las frecuentes inundaciones ocurridas a lo largo del Támesis tan solo han llegado a ser controladas de forma eficaz desde 1982. Hasta entonces, los habitantes de las orillas del río han soportado con la característica flema británica los embates del Támesis. -
2
La dama de Shalott.
Es un poema de Alfred Tennyson inspirado en la leyenda artúrica. Una dama escapa en una barca de la torre en la que vive encerrada bajo un maleficio. Por el camino verá a Lancelot, de quien inmediatamente se enamora. Pero él no la puede ver. Morirá antes de llegar a Camelot, donde Lancelot la encontrará ya muerta. -
3
1928, la inundación de la Tate.
El agua llegó a alcanzar 2,4 metros de profundidad en el sótano de la célebre galería de arte. Las pinturas se vieron seriamente deterioradas, incluidos algunos de los bocetos de Turner. Los óleos fueron meticulosamente evacuados, pero 18 de ellos no se pudieron recuperar. -
4
The Grain Tower.
Se construyó en Grain, Kent, a mediados del siglo XIX para proteger el río de una invasión francesa. Cuando la marea está alta, solo se puede llegar en barco. La imagen muestra al capitán E. F. S Lloyd, de la Real Academia de Ingeniería, llevando el cuerpo de su hija muerta para ser enterrada en tierra. -
5
The Ladies’ Bridge (El puente de las damas).
Construyeron un puente. No uno ordinario, sino el elegante puente de Waterloo, que cruza el río Támesis en Londres ¿Quiénes eran ellas? Las mujeres que abandonaron sus tareas para contribuir a finalizar la construcción del puente mientras los hombres luchaban en la Segunda Guerra Mundial. -
6
Swan Upping.
Tiene lugar el lunes de la tercera semana de julio. Se capturan cisnes, se marcan y se vuelven a liberar. Su origen data de la Edad Media, cuando el ave era un bien preciado entre los nobles, a quienes la corona obligaba a marcar sus picos. Hoy tiene un carácter simbólico y sirve para controlar el censo de estos animales. -
7
Slut’s Hole (Agujero de furcias).
El nombre data del siglo XII y hacía referencia a una hilera de ruinosas viviendas que descansaban en las paredes del patio de la iglesia de San Nicolás en Chiswick, La calle conducía a un embarcadero donde las prostitutas esperaban a los viajeros de los barcos que cruzaban el río. -
8
Amy Johnson.
La imagen ilustra la trágica muerte de la primera mujer en volar sola desde Gran Bretaña hasta Australia. Tras perder el rumbo, se quedó sin combustible mientras sobrevolaba el estuario del Támesis. Los miembros de una embarcación la vieron caer al río en paracaídas sin poder rescatarla. Su cuerpo nunca fue encontrado. -
9
Bautismo en el Támesis.
El bautismo por inmersión ha sido uno de los rituales más antiguos llevados a cabo por los baptistas en las aguas del río. En su día congregaba a cientos de personas en sus orillas. La imagen fue tomada en Cricklade, Wiltshire, donde a principios de siglo aún se celebraba la ceremonia. -
10
Bañistas en Tower Bridge (Puente de la Torre).
En su día fue uno de los lugares más populares para darse un baño en las horas en las que la marea estaba baja. La imagen se inspira en una fotografía de los años cincuenta. Tower Beach, como se conocía el lugar, cerró en 1971 debido a la pobre calidad del agua.Hace ya tiempo que surgió la fascinación de Julia Fullerton-Batten por el Támesis. Comenzó cuando siendo una adolescente se trasladó a vivir a Oxford, allí donde el río cambia su nombre por el de una diosa egipcia, Isis. En la actualidad, la fotógrafa alemana reside en Londres, a pocos metros del cauce. Desde allí, observa cómo las mareas y las estaciones hacen cambiar el aspecto de sus aguas, que durante siglos han servido de arteria principal para la comunicación, el transporte y la alimentación de la ciudad y de otros siete condados de Inglaterra. A lo largo de sus 346 kilómetros, desde su nacimiento al noreste de la ciudad, en los Cotswolds, hasta su desembocadura, en el mar del Norte, el río ha sido escenario de una gran variedad de historias. Sirven de inspiración para el último proyecto de la artista, Old Father Thames (Viejo Padre Támesis), titulado con el apodo que los ingleses utilizan para referirse a su caudal. La obra de la autora sorprende nuevamente por su habilidad para reconstruir minuciosamente inquietantes escenografías con aires cinematográficos. Ricas en detalles, mantienen una escrupulosa fidelidad al espíritu del tiempo que representan, fruto de la concienzuda labor de investigación llevada a cabo antes de recrear cada escenario. Así, componen una oda visual al Viejo Padre que incluye extraordinarias historias reales y otras imaginarias. Relatos que tratan sobre la vida, pero también sobre muerte. Algunas llevan nombre propio y se remontan a tiempos pasados, como la del fallido suicidio de la escritora y protofeminista Mary Wollstonecraft, o la escenificación de dos obras pictóricas prerrafaelistas: Ofelia, de John Everett Millais, y La dama de Shalott, de John William Waterhouse.
La obra de Fullerton-Batten se exhibe en la galería Cámara oscura de Madrid.