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El hijo del recientemente fallecido Luke Perry renuncia al brillo de Hollywood para dedicarse a la lucha libre

Jack Perry tiene 21 años y podría vivir con todas las comodidades de un cachorro de Beverly Hills. En su lugar, intenta triunfar con el mote de 'Jungle Boy'

Jack Perry, alias 'Jungle Boy', celebrando una victoria en una imagen publicada en sus redes sociales.
Jack Perry, alias 'Jungle Boy', celebrando una victoria en una imagen publicada en sus redes sociales.Twitter

Su nombre es Jungle Boy cuando está sobre el cuadrilátero. Tiene 21 años, mide apenas 1,60, pesa sesenta y ocho kilos y luce una característica melena salvaje que le da su nombre de combate (“chico de la jungla”). Su nombre es Jack Perry en su pasaporte. Para los medios es más conocido como “el hijo de Luke Perry”, especialmente desde el fallecimiento del popular actor que daba vida a Dylan en Sensación de vivir. Perry sufrió un derrame cerebral el 27 de febrero y falleció el 4 de marzo. Tenía 52 años. Fue enterrado en Dixon, Tennessee, el 11 de marzo.

Jack ha estado ausente unas semanas para guardar duelo tras la muerte de su padre, famoso por interpretar a Dylan en 'Sensación de vivir'

Este fin de semana Jack anunció su vuelta a los rings tras unas semanas ausente para afrontar el duelo por la muerte de su padre. “No estoy seguro de si alguna vez estaré lo suficientemente preparado, pero estoy de vuelta. Gracias por todo el amor y el apoyo”, dijo en un vídeo publicado este fin de semana en su perfil oficial de Instagram.

El caso de Jack es curioso: ha crecido en California, rodeado de todas las comodidades que suponen ser el hijo de una estrella de la televisión, pero al contrario que otros hijos de estrellas (Patrick Schwarzenegger, Jaden Smith, Max Irons, Scott Eastwood…) optó por no dedicarse ni al cine ni a la moda y poner todos sus esfuerzos en un terreno mucho menos glamuroso: la lucha libre.

Luke Perry con sus hijos Jack y Sophie en el estreno de 'Garfield' en el año 2004.
Luke Perry con sus hijos Jack y Sophie en el estreno de 'Garfield' en el año 2004.Getty Images

Perry quiso dedicarse a esta profesión viendo a Boogeyman (El Hombre del Saco), un profesional de lucha libre de nombre real Martin Wright, cuyo sello sobre el ring era (deje de leer aquí si está comiendo) comerse gusanos vivos para celebrar sus victorias o hacérselos tragar a su oponente. Pobres gusanos, si uno lo piensa. En todo caso, esta impactante escena inspiró a Perry para empezar a entrenar cuando estaba en su último año de instituto.

Según una entrevista publicada en Sports Illustrated el pasado enero, Jack Perry pasó un año en una escuela de cine, pero descubrió que lo que más le interesaba era el trabajo de doble de acción y eso lo llevó a involucrarse en la lucha libre profesional. Eso sí, en ese terreno también hay algo de interpretación, algo que ha heredado de su padre: cuando le pusieron el mote de Jungle Boy, pensó que había algo que explotar. “Al principio odié el mote. Pero a medida que empecé a desarrollar un personaje alrededor de ese nombre aprendí a amarlo. Ahora es un personaje completamente mío”. Así, sus gestos, posturas y gracias sobre el cuadrilátero recuerdan a menudo a las de un simio.

Perry entrena, por cierto, con David Arquette, otro actor conocido (por la saga Scream, por ejemplo) que decidió hacer sus pinitos en la lucha libre.

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💛miss him a little extra today💛

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Una foto publicada por Sophie Perry en su cuenta de Instagram en la que recuerda a su padre. "Hoy le echo de menos un poco más de lo normal", escribe.

Jack es el hijo de Luke Perry y Rachel Minnie Sharp, que estuvieron casados desde 1993 a 2003. Tiene una hermana llamada Sophie Perry, nacida en el año 2000, que también tiene un trabajo llamativo y diferente del de los niños bien de Hollywood: es voluntaria en Malawi, donde vive con dos amigos y ayuda en la recaudación de fondos para construir escuelas en zonas rurales del país.

Dos hijos de carreras ciertamente diferentes para lo que estamos acostumbrados a ver en los cachorros de Beverly Hills. Seguro que Luke Perry, que tampoco llevó nunca una carrera previsible (de sex symbol juvenil pasó a ser un atracador en la película de culto Normal Life y tiene pendiente de estreno la última de Tarantino, Once Upon a Time in Hollywood), estaría orgulloso.

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