El fotoperiodista japonés recorrió África en los setenta, después le llegó el turno a Oriente Próximo y Asia. En los últimos años, Los Andes, India e Irán han desfilado ante su objetivo. La galería Anastasia Photo de Nueva York expone algunas de sus fotografías hasta el 30 de abril
Akakus, Libia.Kazuyoshi Nomachi (Cortesía de Anastasia Photo, New York.)Grand Erg Occidental, Argelia.Kazuyoshi Nomachi (Cortesía de Anastasia Photo, New York.)Igli, Argelia.Kazuyoshi Nomachi (Cortesía de Anastasia Photo, New York.)Lago Magadi, Kenia.Kazuyoshi Nomachi (Cortesía de Anastasia Photo, New York.)Idan Murzuk, Libia.Kazuyoshi Nomachi (Cortesía de Anastasia Photo, New York.)Montañas de Ahagaar, al sur de Argelia.Kazuyoshi Nomachi (Cortesía de Anastasia Photo, New York.)Dunas al atardecer.Kazuyoshi Nomachi (Cortesía de Anastasia Photo, New York.)Comerse el mundo a gajos El mundo pertenece a Kazuyoshi Nomachi. Este fotoperiodista japonés se lo ha comido como una fruta, a gajos. Empezó por África en los setenta, degustando con fruición la región del Nilo, Etiopía y el Gran Valle del Rift. Después les pegó un buen mordisco a Oriente Próximo y Asia. Con el nuevo siglo, decidió trasladar su foco a los Andes, India e Irán. Y los devoró hasta el hueso. A lo largo de su carrera ha capturado la cotidianidad y las costumbres de gentes de medio planeta. Muchas de sus imágenes forman parte de libros y exposiciones: la actual es en la galería neoyorquina Anastasia Photo, donde se puede admirar a este joven caminando ante un delicioso manto amarillo, el Sáhara a su paso por Argelia.Kazuyoshi Nomachi (Cortesía de Anastasia Photo, New York.)