Pérdida de un mes de prestaciones
Aunque el periodo “predesempleo” sea largo y te puedas hacer a la idea del fatal desenlace, se te cae el mundo encima cuando recibes la carta de despido. La travesía por el desierto se podría prolongar si eres mayor de 50 años. Al día siguiente, pasas a estar bajo sospecha, bien sea de tu familia, amigos, vecinos y, sobre todo, del servicio regional de empleo de tu Comunidad. Te designan un orientador para tenerte informado y controlado, debes buscar activamente empleo, realizar cursos para ampliar tus conocimientos y otras tantas normas que deberás cumplir a rajatabla. Y lo que nunca podrás saltarte, salvo fuerza mayor, es el sellado de demanda de empleo cada tres meses, salvo que quieras dejar a tu familia sin comer durante un mes, que es la pena que deberás pagar por ese olvido involuntario. ¿Todavía piensan que estar parado es una buena inversión?
José Solano Martínez. Cartagena (Murcia)
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