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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Niñas, futuras mujeres, libres de violencia gracias a la educación

La 63 Comisión de la Mujer que se celebra estos días en la ONU señala el conocimiento como eje de empoderamiento para ellas

Hoy en día, las niñas que ejercen su derecho a la educación son más numerosas que nunca.
Hoy en día, las niñas que ejercen su derecho a la educación son más numerosas que nunca.Entreculturas
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Desde el 11 hasta el 22 de marzo está teniendo lugar en la sede de Naciones Unidas de Nueva York la 63 Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CCJSM), que es el principal órgano normativo mundial consagrado a la igualdad de género y al empoderamiento de las mujeres. Las sesiones de este año versan en torno a sistemas de protección social, acceso a servicios públicos e infraestructuras sostenibles para conseguir la igualdad de género y el empoderamiento de niñas y mujeres. Desde Entreculturas, estamos participando en estas sesiones con el convencimiento de que el sistema educativo y el entorno escolar es uno de los mejores sistemas de protección fundamentales y defendiendo que la educación desempeña un papel fundamental como palanca de desarrollo tanto individual como colectiva de las niñas con las que trabajamos cada día en programas como La luz de las niñas.

Hoy en día, las niñas que ejercen su derecho a la educación son más numerosas que nunca. No solo aprenden a leer y a escribir, sino que con cada año que permanecen en la escuela tras finalizar la educación primaria, reducen sus posibilidades de contraer matrimonio a una edad demasiado temprana y generan capacidades para tomar decisiones propias sobre su futuro. También aumentan sus posibilidades de encontrar trabajo, llevar una vida sana, gozar de bienestar en general y ejercitar sus derechos de participación y liderazgo en la esfera pública como las ciudadanas que son.

Sin embargo, aún hoy, a escala mundial, casi 15 millones de niñas son obligadas a contraer matrimonio antes de cumplir 18 años, esto es, unas 37.000 al día. Según datos ofrecidos de ONU, el 35% de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual a manos de sus parejas o a manos de otras personas.

En las niñas confluyen dos condiciones que las hacen vulnerables a las situaciones de violencia: su género (ser mujeres) y su edad (la fase de desarrollo vital de infancia o de adolescencia en la que se encuentran). Estas condiciones y las prácticas nocivas asociadas a ellas comportan un riesgo de violencia en multitud de contextos socioeconómicos y culturales. Por tanto, la vida libre de violencia para las niñas y la igualdad de género son compromisos irrenunciables si queremos construir un mundo que no deje a nadie atrás.

Con cada año que una niña permanece en la escuela tras finalizar la educación primaria, reduce las posibilidades de contraer matrimonio a una edad demasiado temprana

Las ONG tenemos un papel muy destacable en estos espacios, ya que hemos influido en la concepción del marco de políticas mundiales con respecto al empoderamiento de las mujeres y de la igualdad de género —en 1995, la comunidad internacional acordó la Declaración de Pekín en la que se establecieron los objetivos a alcanzar en materia de igualdad y equidad en las próximas décadas—. En este sentido, las sesiones oficiales de las que estamos siendo testigos cuentan con la presencia de personal perteneciente a Ministerios de Igualdad y Servicios Sociales, Justicia de todo el mundo, están simultaneándose con eventos paralelos organizados por ONG y organizaciones internacionales que trabajan en torno a temas como la mutilación genital femenina, la educación de las niñas en zonas de conflicto o la detección y prevención de la violencia contra las niñas.

De hecho, mientras escribimos, estamos participando en un evento paralelo sobre buenas prácticas y movilización de la sociedad civil en la lucha contra la violencia de género, organizado conjuntamente por las Misiones Permanentes de España, Andorra, Marruecos y Finlandia ante las Naciones Unidas, con figuras como la ministra marroquí de Familia, Solidaridad, Igualdad y Desarrollo Social, Bassima Hakkoui o la secretaria de Estado de Igualdad española, Soledad Murillo. Creemos que este es un espacio privilegiado de intercambio y aprendizaje sobre la vinculación de la sociedad civil con las instituciones públicas en torno a la lucha contra la violencia hacia las niñas en el marco multilateral que ofrece Naciones Unidas.

En la Declaración que hemos presentado con motivo de la Comisión, denunciamos la débil capacidad institucional para acabar con esta realidad y la ausencia de mecanismos de denuncia y protección de las niñas. En la mayoría de los casos las niñas y adolescentes desconocen sus derechos, tienen miedo a ser estigmatizadas o dudan sobre cómo reportar los casos de violencia. Alertamos sobre determinadas normas discriminatorias, prácticas tradicionales y culturales de las comunidades y las familias con las que trabajamos y que son origen de desigualdad entre niños y niñas desde su nacimiento así como del maltrato que se ejerce contra las niñas. Roles tradicionales tóxicos que se replican y reproducen en los entornos patriarcales y patrones sociales de conducta que hacen que, mujeres y hombres, acepten y desarrollen actitudes y comportamientos violentos como algo natural.

Por tanto, destacamos la responsabilidad de los Estados y de todos aquellos que nos sentimos concernidos por la situación de las niñas y jóvenes e insistimos en la necesidad y la urgencia de sumar esfuerzos para transformar las escuelas en espacios protectores y seguros, lo cual implica contar con infraestructuras escolares inclusivas, protectoras y adecuadas a las necesidades específicas de niñas y jóvenes.

Es necesario además, promover con la comunidad escolar escuelas que establezcan programas orientados a la prevención, detección y actuación ante cualquier caso de violencia. El equipo docente debe estar formado en materia de igualdad de género y en prevención y detección de la violencia hacia las niñas.

La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer se reúne anualmente en la Sede de Naciones Unidas de Nueva York con el objetivo de evaluar el progreso en materia de igualdad de género, identificar desafíos, establecer normas mundiales y formular políticas concretas para fomentar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en el mundo. Las sesiones oficiales de la Comisión se pueden seguir en redes sociales con el hashtag #CSW63 y entrando en www.webtv.un.org

Macarena Romero trabaja en el área de Incidencia de Entreculturas y Maria Lafuente es coordinadora de la campaña La luz de las niñas.

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