Imposición lingüística
En su muy apreciable artículo sobre el patriotismo español y catalán, Víctor Lapuente escribe que: “Los catalanes queremos que los niños y niñas catalanes hablen catalán”. Parece un sentimiento razonable, pero la cuestión no es lo que uno, o muchos, o la mayoría quiere sino lo que se puede lícitamente imponer a las personas por el poder público. La pregunta, entonces, es: ¿se puede imponer coactivamente a todos los ciudadanos de Cataluña el conocimiento y uso del idioma vernáculo cuando ya existe uno común que garantiza la comunicación?
José María Ruiz Soroa
Bilbao
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