Mosaicos de frutas que dibujan una explosión de color. Delicados paisajes vegetales y evocadores desiertos comestibles. Retratos muy jugosos de alimentos que escapan de la mera cocina para convertirse en arte. Fotografía culinaria guisada a fuego lento.
Apio rosado.Patrick RougereauRábanos y remolacha azucarera.Patrick RougereauQueso cabeza de monje.Patrick RougereauHuevo.Patrick RougereauLáminas de masa de hojaldre.Patrick RougereauRábano japonés.Patrick RougereauSalmonete rojo.Con mucho gustoImaginación, talento y sensibilidad. Son algunos de los ingredientes esenciales de este trabajo del francés Patrick Rougereau. Gastronomía y fotografía, sus dos pasiones, se funden en las imágenes de los elementos retratados. El artista juega con las líneas, formas y colores naturales de los alimentos, amplificando su poder visual hasta convertirlos en objeto de deseo. Para el autor, la fotografía culinaria es un desafío que le permite intercambiar experiencias con quienes comparten su amor por la cocina.Creatividad, atrevimiento y técnica se unen para formar llamativos mosaicos que despiertan las emociones del espectador. El resultado es un exquisito menú gráfico con el que Rougereau fue elegido mejor artista del año en el festival internacional de fotografía culinaria que se celebró el año pasado en Mónaco durante la Cumbre Mundial de Chefs.Patrick Rougereau