Tres premios Ortega y Gasset que innovaron en la forma de contar
La irrupción de las herramientas multimedia en el periodismo enriquece la narración de las noticias
La aparición de nuevas formas de comunicarse ha transformado también las maneras de informar. Las redes sociales parieron el controvertido periodismo ciudadano. Las plataformas multimedia posibilitan la visualización y escucha de las noticias de manera interactiva. Los Premios Ortega y Gasset de Periodismo, cuya convocatoria está abierta hasta el 14 de marzo, han reconocido algunas de estas novedades por medio de trabajos que supusieron un punto de inflexión en la narración de las noticias.
La periodista Carmela Ríos hacía un curso de redes sociales cuando explotó el 15-M, en 2011. Se tomó la cobertura del movimiento para su medio de comunicación como una práctica extra de su formación y utilizó Twitter como canal de información. Realizó una cobertura pionera que aportaba imagen, sonido y texto en tiempo real. A través de la “escucha” de la rede social, como contó en una entrevista para EL PAÍS, supo identificar que aquella concentración era una protesta de mayor entidad.
En la calle. Una historia de deshaucios, trabajo realizado en 2013, puso contexto datos e historias personales al momento más voraz de la crisis económica. La serie de artículos, ideado por los periodistas Mónica Ceberio y Álvaro de Cózar, se presentó mediante un especial multimedia en el que los lectores navegan por diferentes capítulos y formatos. Las posibilidades que ofrecía la inclusión de gráficos, vídeos y audios empezaban a vislumbrarse en España y los redactores se lo tomaron como “un experimento”, si bien, acabó convirtiéndose en un modelo de buenas prácticas. El jurado valoró “el uso de todos los medios que el periodismo digital pone al alcance de los periodistas, así como la cantidad de testimonios de todas las partes implicadas y la calidad de las imágenes y el diseño”.
El primer premio Ortega y Gasset recaído sobre un podcast se concedió el año pasado a Mejor vete, Cristina. El trabajo de la periodista Inger Díaz sumerge a los oyentes en la historia de la chef Cristina Martínez, que salió de México como indocumentada, dejando a sus hijos atrás, para huir del maltrato de su marido. Los capítulos destacan por la inmersión que inducen gracias a los sonidos cotidianos. “El podcast es un formato muy poderoso porque fomenta la experiencia emocional, más que la racional. El nivel de empatía que se consigue con el oyente es enorme”, aseveró en la entrega del premio.
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