9 fotosY los cazadores empezaron a recolectarLos habitantes de Ndjibot, en Camerún, se han rebelado y ahora viven libres de la esclavitud a la que se veían sometidos. La herramienta utilizada para su liberación no ha sido otra que la agriculturaEl PaísNdjibot - 12 feb 2019 - 00:00CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceExpulsados de sus territorios ancestrales, obligados a asentarse junto a caminos y carreteras, en los últimos años los pueblos pigmeos de Camerún se han convertido en esclavos de sus vecinos bantúes. Jean Kouanbi, posa delante de su casa con mandioca, cacahuetes y maíz de su cosecha. Hace solo tres años era cazador y no sabía nada de agricultura.CHEMA CABALLEROLos habitantes de Ndjibot se han rebelado contra esa situación y ahora viven libres de la esclavitud a la que se veían sometidos. La herramienta utilizada para su liberación no ha sido otra que la agricultura, actividad de la que carecían en su modo de vida tradicional. Una vecina de Ndjibot esparce sobre el secadero cacahuetes.DELORS MABOUTUna escena captada en 2016 en Ndjibot: la mayoría de los niños sin escolarizar y los hombres forzados a trabajar en los campos de los bantúes desaparecían durante días y las mujeres se sentaban sin nada que hacer. Hoy, todos los niños acuden a la escuela y hombres y mujeres trabajan sus propios campos.CHEMA CABALLEROPierre Djampene posa junto a uno de los árboles de cacao de su plantación. Todavía falta un año para que produzca los primero frutos. A él le costó mucho unirse al proyecto. Estaba esclavizado por los bantúes y alcoholizado, pero la insistencia de sus vecinos le convenció y ahora muestra orgulloso su granja.CHEMA CABALLEROJeannette Mako’o descansa delante de su casa tras regresar de sus campos donde siembra bananas, plátano macho, mandioca, tomate, maíz y otros vegetales.CHEMA CABALLEROEdjengui, el espíritu de la selva que protege a los bakas y les proporciona todo lo que necesitan, parecía haberse olvidado de sus hijos que estaban esclavizados y alcoholizados. Pero no es así, él también se ha adaptado a la nueva situación y sale del bosque sagrado para bendecir los campos y los cultivos.CHEMA CABALLEROJean Kouanbi muestra la buena calidad de los cacahuetes que ha cosechado este año.DELORS MABOUTJean Kouanbi en 2016, cuando vivía de la caza y de la recolección de frutos que ofrece la selva, momentos antes de unirse a una cacería.CHEMA CABALLERORobert Layang, coordinador de agricultura de la ONG Zerca y Lejos, ha formado a los habitantes de Ndjibot en los secretos de la agricultura y sigue el proyecto de cerca.CHEMA CABALLERO