Ir a las causas del acoso escolar
Hasta ahora, los intentos de la Administración para gestionar el acoso escolar han puesto su mirada en las consecuencias y no en las causas. En la víctima y no en el acosador. En lo que se ve y no en lo que se esconde. Porque es mucho más difícil detectar las razones para revertirlas que actuar sobre la víctima, cuando además el daño ya está hecho. Atender a las causas implica actuar sobre el clima del aula. Aun cuando no sospechemos de ningún caso de acoso, puede estar gestándose. Por eso, la única manera de desactivarlo es lograr la cohesión del grupo, fomentando el respeto y la tolerancia a la diversidad. Así ayudamos a los más tímidos a hacer amigos y restamos fuerza al líder tóxico y acosador. Debería existir en Magisterio una asignatura sobre el clima del aula. Todos los centros de profesores deberían tener cursos sobre prevención del acoso. Y las Consejerías de Educación deberían tener planes de actuación y auditorias sobre su implantación.
María Grijelmo. Valladolid
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