La vida delincuente de Redmond, el único hijo de Ryan O’Neal y Farrah Fawcett
A sus 33 años y con un largo historial con la justicia, el vástago de los actores protagonizará uno de los grandes juicios de 2019 en el que puede ser condenado a 20 años por intento de asesinato
Redmond O’Neal, el único hijo de Ryan O’Neal y Farrah Fawcett, está a sus 33 años cada vez más cerca de hacer frente de nuevo a la justicia, después de haber agredido supuestamente a cinco personas entre los días 2 y 5 de mayo del año pasado en California, dos de ellas, gravemente heridas, un hombre al que clavó una navaja en la cabeza y otro a quien hirió con una botella de cristal rota. Detenido el 8 de ese mismo mes, tras un atraco a punta de navaja en un pequeño supermercado cercano a Santa Mónica, está privado de libertad desde entonces en la Prisión Central del Condado de Los Ángeles a la espera de juicio y se expone a una posible pena de 20 años de cárcel.
Ahora han empezado a trascender más detalles de este proceso judicial como su negativa a ser examinado por Sanjay Saghal, un psiquiatra forense que le habían asignado, aunque una de sus abogados, Dana Cole, ha solicitado a Roberto Longoria, el juez instructor del caso, que su cliente sea evaluado por este profesional. Una petición que llega después de que Anna Kafka, otra especialista en salud mental que sí se ha reunido con Redmond haya llegado a la conclusión de que está en perfectas condiciones para ser procesado, ya que es plenamente consciente de los delitos que se le imputan: intento de homicidio, amenazas y agresión con arma blanca, entre otros cargos, como ha publicado Radar Online. En el caso de que ambos profesionales realicen diagnósticos opuestos, el hijo de Ryan O’Neal y la recordada Farrah Fawcett podría enfrentarse a dos escenarios diferentes: que el magistrado solicitara una tercera opinión de desempate o que fijara directamente una vista en la que ambos médicos expusieran las conclusiones de sus informes para decantarse por una u otra. El juicio podría tener lugar el próximo mes de enero y los trámites se van a agilizar para que así sea, según ha manifestado Michael Stewart, ayudante del fiscal del distrito.
El pasado mes de septiembre Ken Fox, uno de los cinco agredidos, anunció en rueda de prensa que también le había demandado, acompañado por Gloria Allred, una de las abogadas feministas mas conocidas de Estados Unidos por llevar casos tan relevantes como el de casi treinta mujeres que acusaron a Bill Cosby de agresión sexual o por ser una de las grandes defensoras de los derechos de la comunidad LGTBI. Su relato de los hechos de los que acusa a Redmond fue escalofriante: se dirigía a una lavandería cercana a su casa cuando un hombre vestido con una sudadera con capucha que llevaba una botella envuelta en una bolsa de papel comenzó a proferir insultos cargados de homofobia contra él, le golpeó en la cabeza y una vez le hubo derribado le siguió agrediendo. “Me sentí atrapado, como un animal herido. Literalmente creí que iba a morir. Lo único que hice fue gritar hasta que se marchó. En mi opinión, sabía perfectamente lo que hacía. Quería herir a un viejo, débil e indefenso gay”, manifestó.
Este no es sino uno más de los capítulos de una vida marcada por la adicción a las drogas y los sucesivos arrestos, el primero de ellos en 2004 y el último este mes de mayo, sin olvidar cuando en 2008 Redmond y fue detenido junto a su padre en su casa de Los Ángeles por posesión de drogas. Han sido constantes sus salidas y entradas de centros de desintoxicación y de la cárcel, la más descorazonada, para asistir esposado al entierro de su madre, la inolvidable protagonista de Los ángeles de Charlie, que fallecía por un cáncer de colon el 25 de junio de 2009. En 2010, tras superar un programa de rehabilitación, Redmond O’Neal hacía una promesa pública que no logró cumplir: “Mi intención es seguir con mi vida, limpio y sobrio. Lo voy a hacer en privado y con toda la dignidad que pueda”, aseguraba a People, la misma publicación desde la que la actriz Tatum O’Neal, hermana de padre, hacía un llamamiento desesperado en 2015: “Le quiero mucho, pero nunca he visto una adicción tan terrorífica como la suya. Su problema me rompe el corazón. Nadie sabe qué hacer con Redmond. Por lo que he visto, no creo que haya manera de que sobreviva”.
Tras esta última detención, Redmon hacía un análisis de su situación que en nada tiene que ver con el de los profesionales que le han tratado todos estos años y el de su entorno afectivo: “Las drogas no han sido el problema sino el trauma psicológico de mi vida entera, mis experiencias vitales son lo que más me han afectado”, declaraba a Radar Online, al mismo tiempo que enunciaba como causas de su caída a los infiernos las peleas con su padre, que le echara de casa, vivir en las calles, ir a la cárcel, estar internado en instituciones psiquiátricas y sentirse constantemente avergonzado al trascender todo lo que le ocurre por tener unos padres famosos.
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