El bisnieto de Franco apoya las protestas de los ‘chalecos amarillos’

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Con la intensificación de la protesta de los chalecos amarillos contra el Gobierno francés, se han multiplicado en los últimos días las metáforas sobre el estilo monárquico del presidente Emmanuel Macron, a lo Luis XIV, y el peligro de que termine antes de tiempo y mal su mandato, como Luis XVI, el monarca que acabó en la guillotina durante la Revolución Francesa. En este debate ha irrumpido ahora otro aspirante a rey en Francia, Luis XX o duque de Anjou, más conocido en España como Luis Alfonso de Borbón Martínez-Bordiú, hijo de Carmen Martínez-Bordiú y Alfonso de Borbón.  En un mensaje en su cuenta de Facebook, el pretendiente a la corona francesa ha manifestado su “solidaridad” con el movimiento ciudadano que ha hecho tambalearse al poder ejecutivo republicano francés y que, paradójicamente, ha sido comparado con los sans-culottes que se revolvieron contra ese Antiguo Régimen del que se proclama descendiente el también bisnieto del dictador Francisco Franco.

“Manifiesto mi solidaridad y mi profunda compasión por aquellos que sufren, despojados de medios, aplastados por las cargas, humillados y privados de Esperanza, y que no tienen otro medio de expresión que levantarse como un solo hombre para manifestar su decepción, su angustia y su cólera”, escribió Luis Alfonso de Borbón el sábado, día en que nuevamente decenas de miles de franceses salieron a las calles a protestar por lo que consideran una caída de su poder adquisitivo e injusticia fiscal. El mensaje está escrito en francés en la cuenta que mantiene bajo el nombre de “Luis XX, príncipe Luis de Borbón, duque de Anjou”, los títulos que defiende el hijo de Carmen Martínez-Bordiú.

Según Luis Alfonso de Borbón, “resulta esencial escuchar y tomar en cuenta las aspiraciones legítimas” de esos franceses que constituyen “la mayoría silenciosa que calla desde hace décadas”. Ahora, “es el pueblo de Francia el que se yergue para defender su modo de vida y su dignidad”, continúa el mensaje, en el que también condena la violencia vivida en las últimas manifestaciones y que achaca a “grupos extremos que buscan explotar este movimiento profundamente popular para desestabilizar al Estado”. Tal como recordaba la edición francesa de la revista Vanity Fair al hacerse eco de este mensaje que ha pasado bastante desapercibido en mitad de la vorágine mediática gala sobre los chalecos amarillos, en una entrevista en 2010 con Paris Match, Luis Alfonso de Borbón se pronunciaba a favor de “una monarquía constitucional a la española” en Francia, “con un rey que ejerza de autoridad moral”.

Luis Alfonso de Borbón sale así una vez más de la vida discreta que suele mantener junto a su esposa, la multimillonaria venezolana Margarita Vargas, y sus hijos. En las últimas semanas lo hizo también, pero para enarbolar otra de sus batallas personales, esta vez en España: la defensa de su bisabuelo, cuyos restos el Gobierno quiere exhumar del Valle de los Caídos. A sus 44 años, el hijo de la primogénita de los siete nietos de Franco se ha convertido en el portavoz de la familia del dictador, al que rindió homenaje el pasado 20 de noviembre con un mensaje, también en sus redes sociales, en el que afirmaba que su abuelo estaba “más presente que nunca. Tus enemigos y unos traidores a la Patria no te olvidan, ni cesan de mencionarte. Otros muchos te seguimos recordando y rezando por ti".

Ahora Luis Alfonso vuelve a entrar en debates políticos, esta vez en la Francia laica del siglo XXI, con un mensaje en el que se despide, tal como destacó Le Parisien, con una referencia al “pasado católico de la Francia del Antiguo Régimen”.