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Limpiar el chupete de tu bebé con tu saliva beneficia su salud, según un estudio

Una investigación estadounidense concluye que chupetearlo favorece al sistema inmune y el no desarrollo de alergias y asma

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El chupete de tu hijo se cae al suelo y no tienes con qué limpiarlo. Y sin querer, y casi de forma instantánea lo coges, lo miras y lo chupas. Este gesto bastante común no está exento de controversia, debido a la supuesta transmisión de nuestras bacterias al pequeño o porque muchos lo describen con antihigiénico, pero ahora un último estudio resuelve la duda. Su conclusión es tajante: “No te preocupes, puedes chupar el chupete cuando cae al suelo porque es bueno para su salud, previniendo las alergias y el asma”, según indica en un comunicado la Academia Americana de Alergias, Asma e Inmunología.

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La investigación, realizada por el Henry Ford Health System (Detroit) y presentada en la reunión anual de la citada Academia, ACAAI, por sus siglas inglés, que se celebra estos días en Seattle (Washington), determina que los “bebés cuyos padres chupetearon su chupete para limpiarlo tenían un nivel más bajo de anticuerpos relacionados con el desarrollo de ciertas alergias y asma. La explicación se debe a que los progenitores podrían estar transmitiendo de su boca bacterias saludables de su saliva que afectarían al sistema inmunológico de sus hijos. Y que de los padres que lo hicieron, sus hijos tenían niveles más bajos de IgE entre los 10 y los 18 meses de edad", según relata la autora principal y alergóloga, Eliane Abou-Jaoude. La inmunoglobulina E es un tipo de anticuerpo presente únicamente en mamíferos. Está implicada en la alergia y en la respuesta inmune efectiva contra diversos agentes patógenos, especialmente parásitos.

El estudio contó con una muestra de 128 madres que fueron preguntadas sobre cómo limpiaban el chupete de sus hijos: con agua hirviendo, en el lavavajillas, solo con jabón o chupándolo. De ellas, 30 lo hirvieron o lo metieron en el lavavajillas; 53, lo lavaron con jabón y nueve lo chuparon. Los investigadores midieron los niveles del anticuerpo IgE al nacimiento de los bebés, a los seis meses de vida y a los 18. Según concluyen, las primeras diferencias fueron detectadas a los 10 meses.

A pesar de que son conscientes de que es muy difícil determinar la causa efecto, “sí que podemos concluir que los microbios a los que se expone el pequeño a una edad temprana de la vida tienen un efecto en su sistema inmune futuro”. Se cree que este estudio es el primero que tiene estas conclusiones en Estados Unidos y en evaluar la relación entre la limpieza del chupete y los anticuerpos relacionados con el desarrollo de alergias y asma. La investigación ha llegado a la misma conclusión que uno de iguales características elaborado en Suecia en 2013, que ya relacionó ambos comportamientos.

La doctora Abou-Jaoude pide cautela a los padres, ya que es necesaria más investigación al respecto.

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