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Decoración

Viviendo a ras de suelo: este sofá se anticipó al ‘chill out’

Diseñado por Hans Hopfer en plena efervescencia 'hippy', tiene nombre de juego de solitario e invita a compartir momentos de mucha calma. Hablamos de uno de los 'bestsellers' de Roche Bobois: el icónico Mah Jong.

El sofá Mah Jong, de Roche Bobois, ideado en 1971 por Hans Hopfer, permite mútiples usos y posiciones.
El sofá Mah Jong, de Roche Bobois, ideado en 1971 por Hans Hopfer, permite mútiples usos y posiciones.

Fin de los años sesenta. La juventud manda, se consagra el sexo libre, se reivindica la experimentación y la psicodelia se impone. Estamos en plena consagración del movimiento hippy, que alcanza también al mundo de la decoración, claro. En 1970, Philippe Roche, propietario de la firma Roche Bobois –creada por las familias Roche y Chouchan en la década anterior–  conoce, durante un viaje a Alemania, al pintor y escultor Hans Hopfer, a quien incorpora a su entonces incipiente listado de diseñadores. Meses después, Hopfer concibe un sofá que invita a “vivir a ras del suelo” con tres elementos en forma de colchoneta (asiento, respaldo recto y esquina). Y que subvierte para siempre el carácter burgués de este mueble.

“Este diseño aportó el concepto de modularidad y de libertad en la forma, rompiendo con los cánones establecidos en la organización del espacio que imperaban entonces”, explica la interiorista Inés Benavides. En principio, el sofá se llamó “lounge”, aunque, debido a su carácter modular, pronto tomaría prestado el nombre de un juego de solitario de origen chino que recuerda por sus fichas al famoso dominó: el Mah jong. Y es que puede convertirse en sillón, sofá, banqueta, chaise longue, cama supletoria… lo que permite reorganizar al antojo cualquier lugar. “Es como un juego, gracias al cual, el cliente se convierte en actor y director”, afirma Gilles Bonan, consejero delegado del grupo Roche Bobois.

Mah Jong, un sofá diseñado para "reivindicar una total libertad de forma y de función".
Mah Jong, un sofá diseñado para "reivindicar una total libertad de forma y de función".

Años noventa. A modo de revival de aquellas comunas hippies, las fiestas de electrónica al aire libre proliferan. En ellas, nunca faltaba una zona independiente en la que, con una música ya más tranquila, se invitaba a la vuelta a la calma tras la previa tempestad sonora. Había nacido la música chill out, y, de paso, una forma de concebir también el espacio (e incluso la vida). Curiosamente, en 1990 ese sofá se convierte en el número uno de ventas de Roche Bobois. El interiorista Tomás Alía se presta a analizar el paralelismo: “Este icono del diseño ha sido el punto de partida del concepto chill out, tal y como lo entendemos ahora. Una forma de concebir la vida, las reuniones, las charlas desde un punto de vista más cercano al suelo, lo que genera una tertulia más cariñosa y relajada”.

Hoy en día, el Mah Jong –que la marca ha cuidado siempre con mimo, ya que se fabrica en talleres de Italia, donde cada componente se cose a mano– ha conseguido traspasar las barreras del tiempo, y puede presumir, por tanto, de icono. “Tiene algo indefinible”, dice Gilles Bonan. “Es un diseño atemporal, que se adapta a todos los estilos, lugares y gustos, y su comodidad perduran en el tiempo”, afirma el directivo. En sus casi 50 años de vida, el versátil Mah Jong también se ha puesto en manos de genios de la moda: Jean Paul Gaultier, Missoni o Kenzo Takada han aportado su peculiar visión de este referente del hippy-chic doméstico. Y también en España. Diseñadores como Ion Fiz, Andrés Sardá o Avellaneda han tenido carta blanca para reinterpretarlo. Pero lo primero, y más importante, es que lo reinterprete usted.

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