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Una tigresa ‘asesina’, abatida en India tras una enorme cacería

Polémica por la legalidad de la ejecución, ya que el Tribunal Supremo autorizó a matarla solo si no le hacían efecto los tranquilizantes y no está claro que se usaran

El cadáver de la tigresa, conocida por los cazadores como T1, tras ser alcanzada en los bosques cerca de Yavatmal.
El cadáver de la tigresa, conocida por los cazadores como T1, tras ser alcanzada en los bosques cerca de Yavatmal.AFP

Una tigresa devorahombres, acusada de haber matado a más de una docena de personas en los últimos dos años, ha sido abatida este viernes de un disparo en la cacería más larga y numerosa de la historia de India. La noticia de la muerte de la tigresa, conocida como T1 por los cazadores y como Avni por los defensores de la fauna, ha causado un fuerte alivio entre los aldeanos y una enorme controversia por la legalidad de la ejecución y por las condiciones en las que se ha producido. 

Las más impresionantes caza al tigre de las últimas décadas en India ha acabado la noche del viernes cuando el animal ha sido abatido a tiros en la selva de Pandharkawda, en el distrito de Yavatmal del Estado de Maharashtra, en el oeste de India.

Casi 200 personas, entre miembros del Departamento de Bosques, policías y cazadores, fueron movilizadas durante tres meses para encontrarla y se desplegaron considerables recursos con este fin, como vigilancia las 24 horas desde plataformas en árboles, patrullas armadas, perros italianos entrenados para rastrear, un centenar de cámaras trampa, aviones no tripulados, alas delta y tiradores expertos montados en elefantes.

Se intentó capturarla con todo tipo de trucos, orina de otra tigresa y cebos en forma de caballos y cabras atados a árboles y hasta un perfume. Los funcionarios de vida silvestre usaron Obsession for Men de Calvin Klein, que contiene una feromona llamada civetona, que puede usarse para atraer jaguares según sugiere un experimento en EE UU, precisa la BBC.

A la tigresa se la culpa de la muerte de 13 personas desde junio de 2016. Su primera y presunta víctima fue una mujer cuyo cadáver fue encontrado en una plantación de algodón. Desde entonces, mató supuestamente a 12 pastores hombres. De las últimas cinco muertes, una fue en diciembre de 2017, otra en enero de 2018 y tres más en agosto cerca de la localidad de Pandharkawada, de 5.000 habitantes. Además, la tigresa supuestamente comió a una de las víctimas, que fue localizada con una pierna arrancada.

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Las pruebas de ADN de las heridas de siete de las 13 víctimas demostraron que cinco de ellas fueron efectivamente infligidas por un tigre hembra. Muchas de sus presas humanas resultaron decapitadas al ser arrastradas. 

Tras los últimos ataques de agosto, que provocaron un clamor popular a favor de la caza de T1, a los granjeros y ganaderos de Pandharkawada se les aconsejó que regresaran temprano de los campos y bosques, que solo se aventuraran en grupos en el territorio de los tigres y que no defecaran en los campos abiertos, una práctica común en las aldeas.

Los medios de comunicación locales han informado de que no se ha utilizado ningún calmante para intentar adormecer a Avni-T1, de seis años y madre de dos pequeños cachorros de 10 meses, por lo que la polémica ha estallado rápidamente.

A pesar de que el tigre es una especie en vías de extinción en el país, el Tribunal Supremo autorizó finalmente su caza el pasado 4 de septiembre, pero la instancia judicial, emitida el día 11, especificaba que el animal solo podría ser abatido si los calmantes no hacían efecto. El permiso provocó una avalancha de peticiones de perdón para la tigresa en Internet. Hubo una primera orden judicial en enero, que fue paralizada cuando se supo que la tigresa tenía crías. Finalmente se reactivó meses después después de los tres ataques mortales de agosto.

El jefe del Departamento de Conservación de India, A. K. Mishra, ha declarado al Indian Express que se localizó a la tigresa cerca de la aldea de Borati y se le disparó un dardo tranquilizante. "Pero ella atacó al equipo, obligando a Asghar [Ali Khan, hijo de un famoso cazador en India, Shafath Ali Khan] a disparar en defensa propia", ha asegurado Mishra. "La tigresa murió de un solo disparo", ha indicado el conservador jefe, que ha precisado que el tirador estaba a una distancia de entre ocho y 10 metros.

Sin embargo, esta versión ha sido cuestionada por varias fuentes citadas por el Times of India, según las cuales se inyectó el tranquilizante al animal después de su muerte. El Departamento Forestal de Maharashtra ha publicado una foto de su cadáver en la que se ve un dardo tranquilizante clavado en una pata. 

Un veterano veterinario y experto forense, Prayag Hodigere Siddalingappa, ha opinado: "No es un tiroteo legal. Es un asesinato, es caza furtiva". "¿Cómo lo hicieron sin la presencia de un veterinario? ¿Cómo pudieron identificar a la tigresa de noche?", se ha preguntado, para afirmar que "un tigre se escapa después de ser alcanzado, no te devuelve el ataque". A su juicio, "han incumplido varias leyes en este proceso, incluida la Constitución, que obliga al Gobierno a proteger la flora y la fauna". 

Un activista local de derechos de los animales, Jerryl Banait, ha considerado también que fue un "asesinato a sangre fría". Banait, que ha presentado varias demandas para intentar paralizar la orden para matar a la tigresa, ha cuestionado igualmente la ausencia de un veterinario y que la operación se llevara a cabo de noche.

La ONG animalista Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) ha pedido que se investigue como un "crimen contra la fauna" la muerte a tiros de la tigresa. La tigresa Avni "fue matada ilegalmente para satisfacer el deseo de sangre de un cazador, en posible desacato del tribunal y en aparente violación de la Ley de Protección de la Fauna y de las normas de la Autoridad Nacional de Conservación de Tigres", indica en un comunicado la coordinadora de emergencias de PETA India, Meet Ashar. 

"Este asunto debe ser investigado y tratado como un crimen contra la fauna, sea autorizado por el Estado o no, nadie está por encima de la ley", concluye Ahsar, que califica el día de su muerte como una jornada "negra" para el país.

El cuerpo ha sido enviado al zoológico de Gorewada de Nagpur, donde se le realizará una autopsia que puede ayudar a acabar con la controversia. ¿Y qué pasará hora con los cachorros? El jefe Mishra ha asegurado que cuando la tigresa murió, no estaban cerca. "Ahora prepararemos una nueva batida para capturarlos", ha añadido Mishra. 

Considerado un animal en peligro de extinción, existe un programa para preservar la población de tigres en India, donde hay 2.200 ejemplares, según un último censo de 2014, tras registrarse un mínimo de 1.500. 

En la actualidad, India acoge el 60% de la población mundial de tigres, una especie que también subsiste en otras naciones asiáticas como Bangladesh, Vietnam, Tailandia, Nepal o Camboya. En Maharashtra se calcula que viven 200 tigres, pero solo un tercio de ellos en las 60 áreas protegidas del Estado, incluidos santuarios, parques naturales y reservas de tigres. Este animal es muy apreciado en países como China para elaborar medicinas tradicionales y su tráfico ilegal en Asia es una de las mayores amenazas para preservar la especie.

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