Por qué cayó Cabeza de Cerdo, el mayor proxeneta de España
Un responsable policial de trata de mujeres de países del este y la fiscal adjunta de extranjería desgranan los inicios de la lucha contra la explotación sexual y los problemas actuales
Pepa fue el nombre en clave de la primera testigo protegida en una investigación sobre trata de personas en España. Su testimonio fue vital para que encarcelaran a Cabeza de Cerdo, uno de los mayores proxenetas del mundo, detenido en 2011 tras 10 años huyendo de la justicia. Ioan Clamparu, que ahora tiene 48 años, prostituyó, asesinó y descuartizó a mujeres solo para enriquecerse a costa de su explotación. Su detención y condena supuso un antes y un después en la lucha contra la prostitución en España. Tomás Santamaría, miembro de la brigada de la Policía Nacional contra la trata, especializado en países del este, y Beatriz Sánchez, fiscal adjunta de la sala de Extranjería, desgranaron este martes en una conferencia organizada por la Comunidad de Madrid los inicios de la lucha contra el tráfico de personas y a qué se enfrentan ahora.
“En el 97, el delito de trata de seres humanos era una realidad desconocida, contábamos con pocos medios y ninguna formación específica. Hacíamos investigaciones breves y nos quedábamos solo en la punta del iceberg. Empezamos a profundizar y a elaborar una serie de medidas que acabaron convertidas en protocolo”, detalló el agente. “La detención de Cabeza de Cerdo solo fue posible por la unión de fuerzas de la policía, ONG y justicia”, aseveró la fiscal. Proyecto Esperanza fue la organización que consiguió localizar y tratar a la víctima del sanguinario proxeneta que resultó fundamental en el proceso.
Las unidades policiales contra las redes de inmigración ilegal y falsedades están extendidas actualmente por todo el territorio español. Cuentan con funcionarios especializados y formación constante. “Empezamos con el objetivo de perseguir a los malos, pero ahora ha cambiado y el primer paso es salvar a la víctima y darle apoyo y en un futuro intentar que nos dé información”, explicó el policía. El testimonio de las víctimas continúa siendo una pieza clave en el enjuiciamiento de los proxenetas, aunque hay ejemplos recientes en los que se han conseguido condenas sin la declaración de las mujeres. “Recientemente conseguimos una para un clan rumano que explotaba a la hija y a una de las novias, que también era menor. La primera en principio testificó a favor y finalmente se acogió a su derecho a no declarar y la segunda fue favorable a su novio. Aun así, se les condenó”, puntualizó Sánchez.
El proceso contra Cabeza de Cerdo fue posible por otro hito: en 2010 se reformó el Código Penal para incluir la figura delictiva propia de trata seres humanos. Este avance incorporó al cuerpo de justicia un grupo de fiscales especializados que llevan los casos de principio a fin. “Nuestra labor no acaba en el juicio, también participamos en la ejecución de la sentencia”, aclaró Sánchez. Ambas partes de esta misma lucha reconocieron que estos ocho años han servido para engrasar los mecanismos: “Los teléfonos siempre están abiertos”.
Muchas cosas han cambiado desde 1997. "Las organizaciones criminales antes eran increíblemente violentas, no os imagináis cuánto", apuntó Santamaría. Los testimonios sobre las atrocidades de Cabeza de Cerdo dan una idea del nivel de violencia al que se refiere. "Ahora usan la técnica del lover boy, un chico guapo y amable que convence a las chicas en el país de origen de que las acompañe a España en busca de una vida mejor. 15 días después las dejan en manos de la organización criminal y ellos vuelven".
La tendencia en los últimos años es la de recluir a las víctimas en pisos o anunciarlas por internet, donde se vuelven invisibles. "Os puedo asegurar que conocemos a todas y cada una de las chicas rumanas que hay en las calles de Madrid. Hablamos con ellas, sabemos quiénes son y si las perdemos de vista, las rastreamos", especificó el inspector. Recientemente localizaron a un proxeneta que anunciaba hasta a 25 chicas en internet. "Nuestra manera de contactar con ellas fue llamar al número, pero esto es más difícil que si están en la calle". Atacar a las finanzas es otra de las grandes estrategias: "Si desmontas su patrimonio haces mucho más daño a la organización que deteniendo al simple currito".
El gran reto de la fiscalía es ahora hacer entender a los jueces que los testimonios de las víctimas de trata tienen unas características específicas: "En la sala me recriminan constantemente que incurren en incoherencias. ¿Pero cómo no? Hace poco escuchamos el caso de una mujer nigeriana que había atravesado el desierto, había sido violada, la dejaron embarazada, le robaron al bebé... Todo eso en un año. ¿Cómo va a ser capaz de acordarse con detalle de fechas, lugares...? Lo extraño sería que su discurso fuera totalmente coherente".
Cabeza de Cerdo fue condenado a 30 años de cárcel y sigue en prisión. Sus herederos inventan nuevas formas de explotar a las mujeres, al igual que se renuevan las maneras de combatirlas.
"No se debe dignificar nunca la prostitución"
"En los años que llevo haciendo este trabajo veo que las mujeres explotadas al cabo de cinco o diez años están enfermas, demacradas, sin casa ni coche. Y los proxenetas sí que tienen casa y coche. El 99% de las prostitutas tienen una situación abusiva detrás. O pensamos que las extranjeras son tontas y viciosas o entendemos que están siendo víctimas de trata. No hay más". Beatriz Sánchez, fiscal adjunta de la sala de Extranjería, es muy clara en lo que se refiere a la legalización de la prostitución. "No tenemos prácticamente ningún caso en el que la trata haya acabado con tráfico de órganos, en nuestro país la trata tiene casi siempre fines sexuales. ¿Por qué? Porque tenemos un sistema y una educación que nos hace entender y respetar que para un trasplante existen unos protocolos y lista de espera. Esto no sucede con la prostitución". Sánchez reclamó más armas legales contra los proxenetas: "¿Cómo vamos a explicarle a los jóvenes que esta práctica está mal si tienen decenas de clubs de alterne con luces de neón en toda la carretera de Madrid a Valencia? El verdadero reto es ver al consumidor como un cooperador necesario. No se debe dignificar la prostitución porque eso solo beneficia al proxeneta".
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