Viaje por 12 grafitis famosos del mundo (que no se autodestruirán como la obra de Banksy)
El misterioso artista grafitero nos vuelve a recordar que lo que para muchos es un acto vandálico que ensucia ciudades se cotiza ya en subastas de arte millonarias. Y además es un recurso turístico
De acto vandálico a símbolo del arte contemporáneo. Nos guste o no, los grafitis son ya parte inherente del decorado de nuestras ciudades. Y muchas de ellas han optado por la posición más pragmática: legalizarlos, convertirlos en galerías de arte al aire libre e incorporarlos a su oferta cultural. Aquí van una docena de murales callejeros convertidos ya en reclamo turístico de fama mundial:
Belén (Palestina)
Ya que Banksy es el artista provocador (y nunca mejor dicho) de este artículo, nada mejor que empezar el viaje en el muro de la vergüenza que rodea Jerusalén y lo separa de Belén. Bansky vio en él un lienzo casi infinito para el street art. Dos grafitis destacan hoy en día: el de dos querubines, uno palestino y otro israelí, que pugnan a su manera por descerrajar el muro de ocho metros. Y el que reza "Peace on Earth" (paz en la tierra), seguido de un asterisco con la inscripción "Terms and conditions apply" (se aplican otros términos y condiciones) en una de las puertas de entrada al patio de la Basílica de la Natividad. Por cierto que Banksy ha abierto un hotel cerca del muro.
Berlín (Alemania)
El mayor tramo del Muro de Berlín (1,3 kilómetros) que se conserva fue convertido en la East Side Gallery, la mayor galería de arte al aire libre del mundo: cientos de grafitis hechos por artistas de más de una veintena de países que documentan los cambios en Europa tras la Guerra Fría. Pura memoria histórica. Los más famosos (y fotografiados) son los del beso entre el líder ruso Leonid Brezhnev y Erich Honecker, presidente de la República Democrática Alemana, y la imagen de un Trabant (el coche más popular de la extinta RDA) atravesando el muro.
Rijeka (Croacia)
Pejac —artista callejero nacido en Santander— también conocido como el Bansky español rinde tributo a René Magritte con su obra Camuflaje en los grandes ventanales de la antigua planta eléctrica Elektrana Hartera de Rijeka, al final de Ruziceva ulica. Sus bellísimos trampantojos decoran muros de medio mundo.
San Francisco (EE UU)
Mission, el barrio latino de San Francisco, es un gigantesco museo del grafiti: un distrito convertido en galería de arte al aire libre. Hay cientos de paredes ambientadas con murales. Algunos simplemente decoran los callejones de Mission. Otros trasladan mensajes políticos y sociales de una sociedad latina que busca su identidad en tierra extraña.
Querétaro (México)
Cix Mugre es uno de los artistas urbanos de México más cotizados en la actualidad. Sus obras están cargadas de colores psicodélicos e iconografía mexicana. Una de las más famosas es Los Gigantes, creado por encargo del municipio, dentro del proyecto Galerías Urbanas.
Sídney (Australia)
Bondi Beach no es solo la playa más cool de Sídney. Es también su mayor espacio de libertad creativa. Bondi Beach Graffiti Wall nació para encauzar la creatividad de jóvenes grafiteros que desde finales de los 70 usaban estos muros para experimentar con aerosoles. Desde hace una década los espacios se han regulado y se asignan, previa presentación de candidaturas dos veces al año, a diferentes artistas. En esta web se pueden ver las obras expuestas: https://bondigraffiti.com/
La Habana (Cuba)
En el barrio de Cayo Hueso, entre las calles Hospital y Aramburu, está el callejón de Hamel, un lugar obligado para turistas interesados en la cultura afrocubana. En los años 1989-90, comenzó a gestarse este proyecto cultural comunitario, devenido en galería al aire libre. Este complejo de murales y esculturas acoge diferentes manifestaciones culturales y religiosas del país. Ojo con los vendedores de amuletos y los falsos guías.
Nueva York (EE UU)
Si hay una capital mundial del grafiti es Nueva York. Uno de los tours del arte callejero más demandados es el The Bushwick Collective: más de 50 murales que transforman una franja de edificios de almacén en un lienzo multicolor. Está en Bushwick-Brooklyn, cerca de Flushing Avenue. A unos minutos a pie de la estación de tren de Jefferson Street. El mejor arte callejero de la ciudad de Nueva York.
Oporto (Portugal)
No todo son murales de azulejos en la ciudad del Douro. Los grafitis eran tendencia en Oporto desde hace mucho tiempo. Pero eran ilegales y las autoridades los limpiaban. Después de una larga lucha, en 2014 se permitió a tres artistas locales (Mesk, Fedor y Mots) pintar el primer grafiti legal de la ciudad: Don Quijote, en la calle Bombarda. Desde entonces, los creadores pueden solicitar permiso para pintar sus obras, siempre que presenten un proyecto y paguen una cuota. Oporto está ahora lleno de ellos. Los de mayor calidad son los de Hazul, el artista urbano más cotizado de la ciudad.
Lima (Perú)
En el barrio de Miraflores hay varios espacios públicos intervenidos a raíz del Lima Mural Project, el festival de arte urbano celebrado en Miraflores en mayo de 2018 que reunió a más de 25 artistas nacionales. Interesante: cada uno de los muros intervenidos cuenta con un código QR que al ser escaneado permite ver un vídeo donde el artista explica la obra en cuestión y el proceso de realización.
Praga (República Checa)
Una de las obras vivas más conocidas del arte callejero en Praga es el muro John Lennon, cerca del parque Kampa, en el lado oeste del río. Su historia es curiosa: tras el asesinato de John Lennon en 1980 varios jóvenes checos empezaron a pintar en este muro imágenes y letras de canciones de The Beatles. Pero era aún época comunista y la música de los cuatro de Liverpool estaba prohibida. Las autoridades tachaban y borraban las pintadas que volvían a aparecer una y otra vez, pese a las cámaras de vigilancia instaladas. Con la caída del Muro (el de Berlín), este otro muro praguense fue finalmente autorizado y convertido en una zona de autoexpresión pública. En 1998 fue restaurado. Es habitual encontrar turistas y curiosos grabando sus propios grafitis.
España
En España tenemos grandes artistas urbanos. Uno de los más conocidos es el colectivo Boa Mistura, que empezaron pintarrajeando las paredes de la Alameda de Osuna (Madrid) y ahora tiene obras en medio mundo. Otros importantes son Man-O-Matic (Adrián Pérez), originario de Huelva, el ya mencionado Pejac o Suso 33, cuya obra está ya en museos de arte contemporáneo. También hay intervenciones de artistas extranjeros, como la de la portuguesa Kruella d’Enfer en Oviedo: un enorme oso pardo en el pilar de un puente de la Ronda Sur ovetense, pintado con la intención de concienciar a la sociedad sobre la extinción de esta especie icónica de la fauna de asturiana.
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