Negocio en la sanidad pública
Si tiene usted que pasar un tiempo en un hospital público, como paciente o acompañante, es de prever que necesite beber agua y prefiera no beberla del grifo del lavabo de una habitación del hospital, y, lógicamente, acudirá a una de las máquinas de empresa privadas. Igual ocurrirá si en un momento dado le apetece un refresco. Pues bien, ya puede ir preparando una cantidad no despreciable de dinero, porque cualquiera de esas cosas le costará entre tres y cuatro veces más de lo que le costaría en cualquier supermercado. En la sanidad pública hay muchos servicios privatizados cuando no debería haber ninguno. Me parece inmoral hacer negocio con el dinero público, con nuestros impuestos, que son con los que se paga la sanidad. Y si, además, los márgenes de ganancia son tan abusivos como en lo citado, menos todavía.
Ángel Villegas Bravo. Madrid
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