Madrid y Barcelona, entre las 27 grandes ciudades que han logrado reducir sus emisiones
Las urbes, donde en total viven 54 millones de personas, logran la meta mientras sus poblaciones y su economía crecen
Un total de 27 grandes ciudades del mundo ya van por el buen camino en la lucha contra el cambio climático. El C40, que agrupa a 96 de las mayores urbes del planeta, ha anunciado este jueves en la cumbre del clima de San Francisco que casi un tercio de ellas ya han llegado a su máximo de emisiones de gases de efecto invernadero y han conseguido reducirlas en los últimos cinco años. Entre ellas, están las dos mayores de España: Madrid y Barcelona.
El consenso científico establece que para cumplir el Acuerdo de París, firmado en 2015, las grandes ciudades del mundo debían comenzar a reducir sus emisiones como muy tarde en 2020, para lograr así ser neutrales en términos de emisión de carbono a mitad de este siglo.
Estas 27 urbes, en las que habitan 54 millones personas, se han adelantado. Michael R. Bloomberg, enviado especial del secretario general de la ONU para el cambio climático, ha subrayado que lo han logrado “mientras que sus poblaciones han aumentado y sus economías han crecido”. Según el análisis presentado en San Francisco —donde EL PAÍS cubre la cumbre invitado por la Alianza para el Clima y el Uso de la Tierra (CLUA, por sus siglas en inglés)— estas ciudades han reducido las emisiones a un promedio de un 2% anual desde que alcanzaron su máximo, mientras que el número de habitantes fue creciendo en este mismo tiempo a un ritmo del 1,4% por año y sus economías a un 3% de promedio.
Las otras 25, además de las españolas, son Basilea, Berlín, Boston, Chicago, Copenhague, Heidelberg, Londres, Los Ángeles, Melbourne, Milan, Montreal, Nueva Orleans, Nueva York, Oslo, París, Filadelfia, Portland, Roma, San Francisco, Estocolmo, Sidney, Toronto, Vancouver, Varsovia y Washington D.C. Ninguna de un país en desarrollo ha alcanzado todavía el hito.
Las claves para estos logros pasan, según han reportado las propias ciudades, por la descarbonización de la red eléctrica; optimizar el uso de energía en los edificios; proporcionar alternativas más limpias y asequibles a los automóviles privados; y reducir el desperdicio y aumentar las tasas de reciclaje.
Bloomberg ha subrayado que el camino para reducir los gases de efecto invernadero es el mismo que el que los ciudadanos reclaman para vivir en ciudades más limpias, seguras y confortables. "Nos piden más carriles bicis, más parques, más árboles, más aceras. Las urbes más verdes son también las más vivibles”, ha asegurado.
Toda la cumbre y los eventos paralelos están cargados de mensajes al presidente de Estados Unidos, que retiró a su país de los acuerdos de París. "Creemos que el cambio climático es real, creemos en la ciencia", es uno de los mensajes que, por obvios, no dejan de repetirse una y otra vez en el evento. El exalcalde de Nueva York fue claro: “Washington se ha salido, pero las ciudades están dentro. No importa si son azules o rojas [demócratas o republicanas], casi la mitad de las que reducen las emisiones están en EE UU. Las ciudades son el lugar donde está la gente, los problemas y las soluciones”.
Las claves están en la escarbonización de la red eléctrica; optimizar el uso de energía en los edificios; proporcionar alternativas más limpias y asequibles a los automóviles privados
Durante el anuncio, varios alcaldes han explicado cómo están logrando transitar por este camino que les lleva a la reducción de emisiones. La estrategia de Milán, por ejemplo, se basa en dos pilares, según ha anotado Giuseppe Sala, su regidor: transporte y manejo de residuos. "A principios de los noventa teníamos 70 coches por cada 100 personas. Ahora, 50. Y queremos llegar a 40 en unos años". Esto lo han logrado acorralando el uso del transporte privado en el centro de la ciudad y con vetos a los vehículos más contaminantes, que seguirán avanzando en los próximos años. La ciudad ha alcanzado también una tasa de reciclaje del 60%, que continúa aumentando con campañas en escuelas e incentivos, como el que rebaja las tasas municipales a los restaurantes y tiendas que en lugar de tirar la comida al final del día la donan. "Esto está siendo muy efectivo", ha enfatizado Sala.
Queda mucho trabajo por hacer. El grupo del C40 se ha comprometido en el marco de la cumbre a avanzar hacia el objetivo de cero residuos. Para ello, han establecido unas metas concretas: la reducción de los residuos sólidos municipales per cápita en al menos un 15% para 2030 en comparación con 2015; disminuir la cantidad de basura municipal eliminada en vertederos e incinerada en al menos un 50% y aumentar la tasa de separación de basuras en un 70% para el mismo periodo. En la misma línea, también han asumido el reto de que todos los nuevos edificios que se construyan a partir de 2030 operen sin emitir dióxido de carbono, algo que se debe extender a todos los inmuebles de estas ciudades para 2050.
En palabras de Anne Hidalgo, alcaldesa de París y presidenta del C40, "hoy estamos aquí para decir a todos que sí, que en el nivel local estamos actuando ahora, no lo vamos a dejar para mañana y ya tenemos resultados".
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