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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El triple mensaje del lehendakari

Urkullu ha considerado necesario hacer pedagogía en el nacionalismo y aclarar que con bases soberanistas no habrá nuevo Estatuto

El lehendakari Íñigo Urkullu durante la presentación del nuevo curso político en San Sebastián.Vídeo: Javier Etxezarreta (EFE) / Europa Press
Luis R. Aizpeolea

La última encuesta del Euskobarómetro de la Universidad del País Vasco, realizada en julio, señalaba que sólo el 28% de los vascos defiende una reforma del Estatuto para obtener más autogobierno; un 56% se conforma con el vigente y un 9% opta por la ruptura. La encuesta, realizada cuando la ponencia de autogobierno del Parlamento vasco ultimaba las bases del nuevo Estatuto —Euskadi tiene pendiente su reforma al no haber logrado aprobarla como las demás comunidades hace 10 años—, muestra que su reforma no es prioritaria para la sociedad vasca. Además, el 28% de los vascos manifiesta una clara voluntad independentista frente a una mayoría contraria del 65%. El contraste con la situación catalana es obvio.

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Para mayor abundancia, Podemos, el PSE y el PP rechazan las bases del nuevo Estatuto, acordadas entre el PNV y Bildu en julio, por su reivindicación del derecho a decidir y la distinción entre ciudadanos vascos y nacionalizados. Y el Gobierno de Pedro Sánchez ha advertido que un texto así no superará la barrera del Congreso.

Con estos mimbres, el lehendakari Iñigo Urkullu ha considerado necesario hacer pedagogía entre el nacionalismo y aclarar que con estas bases soberanistas no habrá nuevo Estatuto. Urkullu y su partido, el PNV, saben que en el actual contexto europeo, y con el desafío independentista en Cataluña, es muy difícil comprometer a los partidos no nacionalistas en una profundización del Estatuto. Por eso el PNV, en su competencia nacionalista con Bildu y ante el escepticismo sobre su renovación, aprobó unas bases estatutarias soberanistas en julio. La sensación de alarma que dichas bases pactadas con Bildu han generado en amplios sectores vascos y en el resto de España ha llevado al lehendakari a iniciar el curso con una solicitud de realismo al nacionalismo, sobre todo a la izquierda abertzale.

Un segundo mensaje está dedicado al nacionalismo catalán, cuando sus colaboradores le preparan un encuentro con Quim Torra, tras las quejas del PDeCAT por la visita del lehendakari a Oriol Junqueras (ERC), en la cárcel, y no a los consejeros presos, dada la tradicional relación del PNV con la antigua Convergència y sus sucesores. Fuentes del PDeCAT creen que se siente más cómodo con el líder de Esquerra: Urkullu cuestionó que pudiera gobernarse Cataluña desde el exterior, tras haber animado, sin éxito, a Carles Puigdemont a que convocara elecciones e impidiera el 155 y también saben que discrepa del unilateralismo independentista.

El tercer mensaje está dirigido a Sánchez. El PNV, predispuesto a apoyar sus Presupuestos porque le conviene la continuidad del Gobierno, le reclaman que complete transferencias pendientes del Estatuto, como Prisiones y Seguridad Social sin romper la caja única. Argumentan que si el nuevo Estatuto genera problemas en Euskadi, no sucede lo mismo con completar el vigente. También lo dicen las encuestas.

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